Asomo un poco el celular para alcanzar a ver la hora y veo que son las ocho veinticinco. ¿Qué no se ha cansado de hablar veinticinco minutos de lo mismo? Honestamente yo ya me hubiera quedado sin que decir desde hace diez minutos, hasta perece que lo practican en su casa para luego venir y decirlo aquí.
Siguen pasando los minutos y la señora no se calla, basta con voltear a ver la cara de lo demás para darse cuenta que ya quieren que se calle. Golpean la banca con los dedos, no paran de mover la pierna, muerden el lápiz y los de atrás sacan el celular.
Me vuelvo a voltear hacia la ventana, pero en cuanto lo hago un sonido interesante me hace volver a voltear hacia el aula, la puerta que se abre.
Volteo a ver que es lo que pasa y es cuando me doy cuenta de que es una estudiante la que entra por la puerta. Una chica de cabello oscuro y tez blanca, lleva puesto un bonete beige en la cabeza, una blusa blanca con un suéter negro holgado por encima, unos jeans y unos tenis algo sucios.
-¿Puedo pasar? -Le pregunta a la maestra con la respiración un poco agitada. Seguro que venia corriendo al igual que los otros que se les hizo tarde.
La señora voltea a ver el reloj colgado en la pared y después regresa la mirada hacia la chica.
-¿Cuál es su nombre señorita?
-Giselle, Giselle Allen.
-Bueno, señorita Allen, este no es un buen comienzo para el primer día, pero como se que no se volverá a repetir pase, rápido y en silencio. -Contesta la maestra mientras la ve por encima de sus gafas.
Giselle solo afirma con la cabeza y pasa. Camina rápido y con la mirada un poco baja.
Se acerca a donde estoy yo y en eso me pregunta algo con voz baja, pero no le entiendo nada, no le preste atención por ver sus ojos grisáceos, son brillantes y hermosos.
Al ver una mano pasar por enfrente de mi mirada agito la cabeza un poco.
-Eh... ¿Qué? -Pregunto un poco atontado.
Ella ríe un poco.
-¿Qué si esta ocupada? -Pregunta señalando la banca del frente.
La veo a ella, veo la banca, la vuelvo a ver a ella y vuelvo a ver la banca, es cuando algo en mi cabeza hace corto y hace que entienda la pregunta y me desatonte lo suficiente como para contestar.
-No, no. -Contesto.
Se vuelve a reír.
-Dije que entrara rápido y en silencio señorita. -Dice la maestra en tono serio.
-Lo siento. -Contesta mientras se sienta rápidamente.
Cuando se sienta voltea un poco la cabeza, me mira y sonríe, yo le contesto sonriendo de igual manera.
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Nuestro Tiempo Es Solo Prestado
Teen FictionLa vida es impredecible. Te pueden ocurrir cosas buenas o te pueden ocurrir cosas malas. El enamorarte de alguien con quien congenias a la perfección es una buena. Pero el tener una enfermedad incurable que te persigue toda la vida es una mala. Es...