╰☆ Un pasajero diferente ☆╮

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Y empezamos la aventura... Otra vez...

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Ese día no había nada que no hubiera habido en otros días; aves cantando, un desayuno lleno de azúcares y la infaltable sensación de la rutina, apacible e inamovible. Mi vida era calmada y por ende, yo también me había vuelto más calmado, y quizás eso era lo que necesitaba. Necesitaba dejar de ser ese adolescente hiperactivo y problemático que era y acostumbrarme a la calma de la ciudad en la que vivía. O eso creía.

El autobús en el que viajaba frenó en seco y yo puse algo de resistencia para no salir volando de mi asiento. Vi con aburrimiento como algunos pasajeros subían al transporte y, justo al final, subió él.

Ojos naranjas y enormes; pelo negro como el planisferio nocturno, revoloteante y salvaje; su piel era decorada por tres franjas, una verde, una blanca y otra roja, en ese orden, con una bellísima águila en el medio. Vestía un suéter de un café muy ligero, casi beige, holgado y unos jeans cafés mal gastados. El outfit perfecto para el otoño.

Subió y se quedo parado en el pasillo frente a mi, a falta de lugares, con la mirada perdida hasta que el camión empezó a avanzar. Sus manos estaban llenas de cosas varias, como cuadernos gigantes y hojas sueltas, curiosamente, ninguna de ellas estaba guardada en su mochila, lo que parecía empezar a volverse un problema.

Lo mire batallar con sus cosas unos minutos antes de sentir pena por él y atreverme a hablar.

— Oye, ¿no quieres mi asiento? — la pregunta salió sin casi pensarse y yo me puse de pie. Sus enormes ojos me miraron con sorpresa y gratitud, algo dentro de mi se sacudió como hacia tiempo no lo hacía.

— Sí, eres muy amable. — de su boca salió una melodía sutil en agradecimiento a mi acción. Él se sentó y ahí acabo todo.

Él empezó a acomodar sus cosas dentro de su mochila y siguió con su vida. Pero mi mundo se detuvo por completo, me sentí cautivado de manera misteriosa por este extraño, y todo de un momento para otro.

El tiempo paso de forma rápida y cuando por fin me iba a dignar a hablarle para saber algo más de él; él se levanta y se va, apenas a unas calles de mi parada.

No hice nada más que observarlo y antes de bajar se giró y me dio una sonrisa de agradecimiento. Yo devolví el gesto como pude, luego él se fue.

Mi cabeza paso el resto del día perdida en la imagen de aquel completo desconocido. Un ángel quizás. O mi mente estúpida y enamoradiza haciendo de las suyas otra vez.

— ¿USA? ¿Estás bien? — me pregunta mi padre, es ahí cuando noto las miradas de preocupación de todos.

— De maravilla, ¿porqué? — pregunto consternado.

— No has tocado tu comida; siempre eres el primero en terminar. — afirma Canadá. Mi mente vuelve a la realidad y me doy cuenta de que he estado perdido en las nubes todo este rato.

— No es nada, sólo estaba distraído. — contesto y empiezo a comer para dejar el tema atrás.

Voy a la cama temprano, con la ilusión de ver a ese chico mañana.

ෞᜀෞᜀෞᜀෞᜀෞᜀෞᜀ

Bueno, primer capítulo, ¿qué les parece?

🌻Fun Facts:🌻

ו No hay, saquese alv.







⿴݃*₊˚ El Chico Del Camión ⋆ೖ๑ [UsaMex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora