Kisaki tiro una moneda a la suerte, pero la otra parte ignoraba cuál era el significado de cada cara.
Cara: tocar
Cruz: ser tocado
Quería saber de una vez si podría superar la barrera del contacto físico con Hanma, corroborar si le resultaba desagradable estar con un hombre o si no era tan malo, porque realmente no había problema alguno hasta el momento, era cómodo estar con él.
Para desgracia suya, gano ser tocado, lo que más nervios le daba, pero era una promesa que se había hecho para sí mismo, y él no era ningún cobarde.
Llegaron a la casa de Hanma y Kisaki le hizo entrar primero, para asegurarse de que tuviera llave y seguro la puerta.
–¿Vas a matarme o algo? Estas sospechoso– Hanma se estaba dando cuenta que algo pasaba
– Idiota..., solo es por lo de la moneda, ganaste– dijo Kisaki desviando la mirada
–¿Qué cosa exactamente gane? Suena divertido–
–Tocarme, ya sabes a que me refiero– dijo algo bajo, como avergonzado y evadiendo el decir más detalles
–oh...¿gane eso ? bien, habrá que aprovechar– dijo mientras esbozaba una de sus características sonrisas
Hanma tomo a Kisaki y lo recostó sobre su sillón de manera algo brusca, levanto la camisa de Kisaki y deslizó sus largos dedos por su abdomen, hasta llegar al borde de su pantalón, donde bajo el cierre de forma rápida.
Kisaki tenía sus ojos fuertemente cerrados desde que Hanma bajo su cierre, estaba nervioso y la verdad, asustado, tanto que sin notarlo estaba conteniendo la respiración.
– jajajaja, perdona tenía que hacerlo– Se recargo para besar la frente del menor de forma suave
– ¿Qué? ¿Es una tonta broma? – Kisaki sintió arder de coraje y vergüenza, estaba dando un paso importante ¿y ese tonto poste de luz se burlaba en su cara?
– no, más bien es una lección, ¿cómo iba a hacerte algo si tenías esa cara de miedo? Tener intimidad es como pelear –
– que tonterías dices, que demonios tiene que ver una con la otra – respondió con toda firmeza
– No es como el tonto ajedrez donde puedes pensar y va por turnos, cuando peleas hay adrenalina, no sabes de dónde vendrá el siguiente golpe, se trata de ser resistente y aprender , es impredecible, pero en el caso de la intimidad, se trata de hacer sentir placer, así que quiero que tú también me toques a mí –
La molestia de Kisaki se desvaneció, tenía razón está vez. Hanma se sentó en el sillón y puso a Kisaki con ambas piernas a ambos lados de su cuerpo.
–Ya que gane, yo haré el primer movimiento, pero si algo no te gusta dilo – dijo firmemente mientras veía a los ojos del chico de lentes.
Hanma se acercó al cuello de Kisaki y comenzó a dar pequeños besos mientras subía a su oreja
–Ese arte tuyo siempre me ha parecido un caramelo–susurró, su lengua empezó a jugar con el arete.
Maldita sea
