Turn back time || Harry Styles

Capítulo 1.

Llego tarde. Otra vez.

Terminé de ponerme el uniforme mientras cogía las últimas cosas que necesitaba y las echaba al bolso. Cogí un plátano y salí corriendo de casa para ir directa a Roger's, la cafetería donde trabajaba. Por suerte solo me pillaba a dos calles de casa, así llegaría antes. Me apresuré en recorrer el camino, y llegué lo antes que pude.

-¡Buenos días Roger!- dije mientras dejaba mis cosas en el almacén.

-Buenos días preciosa.-me dijo Roger, mi jefe.- te voy a regalar un despertador por tu cumpleaños.

-Sería el mejor regalo que me hubieran hecho nunca. -reí.- Lo siento por llegar tarde, ya sabes que ayer nos graduamos y...

-Tranquila Brooke, -dijo.- pero procura que no se vuelva a repetir, es la segunda vez ya y no me gustaría tener que despedirte.

Roger era el mejor jefe que había tenido nunca. Era un anciano de unos 60 años, muy entrañable. Tenía una peculiar melena blanca, debida a los años, acompañada por diminutas pequitas que cubrían su cara llena de arrugas que se acentuaban más cada vez que reía. Tenía mujer y dos hijos, y solía decir que yo era como la hija que nunca tuvo, supongo que por eso era tan entrañable y comprensivo conmigo, aunque, en general lo era con todo el mundo.

Era cierto que había llegado tarde una vez anteriormente, debido a que tuve que dejar a mi hermana en la escuela, pero él lo comprendió perfectamente. Esta vez no tenía excusa, me había quedado durmiendo por haber salido de fiesta, sin embargo había decidido pasármelo por alto. No le podía fallar otra vez.

Rápidamente empecé a antender a los clientes deseando que se pasara lo más rápido posible el día, ya que tenia muchas cosas que hacer.

Eran alrededor de la una del medio día, la hora del cambio de turno cuando la cabellera rubia de Gemma entraba por la puerta.

-¡Buenos días Brooke!-dijo animadamente.- ¡Buenos días Roger!

-Buenos días Gemm.-le dije secandome las manos con el trapo.

-Buenos días Gemma.-dijo Roger terminando de fregar el último vaso que quedaba en el fregadero.- ¿Qué te trae por aquí?

-Había venido a recoger a Brooke de su turno e invitarla a comer algo. -dijo sonriendo.

Terminé de atender a los últimos clientes que quedaban y me apresuré a cambiarme con la ropa que había echado en el bolso antes de salir de casa mientras Tom, el otro camarero llegaba para empezar su turno.

- Y bien-dije saliendo de la cafetería.- ¿a que viene esta invitación repentina?

-Es que quería ayudarte esta tarde a preparar las cosas que te queden para el viaje.-dijo riendo.

-Y ya de paso que te ayude yo a ti ¿no?-le di un codazo y reímos las dos.

El resto del día nos lo pasamos comiendo y de aquí para allá acabando de preparar nuestras respectivas cosas para un pequeño viaje que íbamos a hacer.

Nos íbamos a pasar unos días a una casa rural que tenían los abuelos de Gemma a las afueras, para celebrar que habíamos acabado la universidad. Al fin. Era como un pequeño "viaje de celebración" al que iban a venir algunos amigos de la universidad junto nosotras.

-Ah por cierto,-dijo Gemma mientras se sentaba encima de su maleta en el que era el cuarto intento por cerrarla.- tengo que llamar a mi hermano para que me diga ya si viene o no el muy pesado.

-Sí, sí viene.-reí al ver como era incapaz de cerrar la maleta.- me llamó antes de ayer para confirmarmelo. Dijo que le vendrían bien unos días de descanso.

- ¡Y te avisa a ti antes que a su propia hermana!-dijo haciéndose la indignada.- A este hombre no hay quien lo entienda.

-Amor de hermanos.-reí.

Conocía a Gemma y a Harry desde que eramos pequeños y eran unos hermanos increíbles, siempre estaban el uno para el otro y eso era lo que más les caracterizaba. Además, siempre me habían tratado como a la tercera hermana y se podría decir que eramos inseparables.

Necesitaba desconectar de todo y nada me venia mejor que este viaje para hacerlo. Llevábamos planeandolo desde el último curso de la carrera por si todos salíamos ilesos de ella y así había sido, quería disfrutarlo al máximo, y así presentía que iba a ser.