Capítulo 4.

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Miré la hora en el móvil; las 7:30am.

Necesito dormir.

Me levanté como pude de la cama intentando que los demás no se despertaran y bajé a la planta baja en busca de una pastilla que me calmara el dolor de cabeza que tenía. Era el último día aquí y la noche anterior habíamos decidido hacer una pequeña fiesta, de la que siendo sincera, no me acordaba en la mayor parte.

Pasé por al lado del cholchón inchable donde dormía Harry para dirigirme a la cocina procurando no hacer ruido ya que seguía durmiendo como un bebé.

Saqué una pastilla del armario dónde habíamos dejado todos las cosas que nos hacían falta mientras me llenaba un vaso de agua con la que tomarmela. Me senté en una de las sillas de la mesa de la cocina y me quedé un rato pensativa.

¿Qué se suponía que pasaba ahora? Había terminado la Universidad, había terminado la carrera y no tenía un puesto de trabajo asegurado como la mayoría de mis amigos tenían. Sí, tenía el Roger's, pero era una cafetería, y no sabía cuanto me podría durar el puesto. Yo había estado ahorrando mucho tiempo en la medida de lo posible para poder llegar a tener mi propio taller de moda, como siempre había querido, pero ahora llegaba la hora en la que tenía que empezar a pensar verdaderamente en ello y no sabía ni por dónde empezar a pesar de creer que lo tenía todo planeado en mi cabeza, ni siquiera sabía si yo iba a ser capaz de llevarlo. Siempre había sido muy responsable y había ayudado en la medida de lo posible a mi madre con los gastos que teníamos, de hecho, cuando se me presentó la oportunidad de trabajar en Roger's no lo dudé ni por un segundo y enseguida comencé a ahorrar para poder alquilarme un piso el cual era mi casa hoy en día. No me podía quejar, ni muchísimo menos, pero no se si estaba preparada para afrontar algo tan grande como un negocio propio y todo lo que ello conllevaba.

El ruido de la piscina me sacó de mis pensamientos y me sorprendió ver a Gemma cuando fui a ver quién era. Era la persona más dormilona de este mundo, junto con su hermano.

- Al fin alguien despierto -dijo sentándose en el bordillo- me aburría muchísimo.

- Lo que no se es como estás despierta -dije sentándome a su lado- oh no, se va a acabar el mundo Gemma, huyamos ahora que podemos.

Lo dije totalmente convencida y nos quedamos por unos segundos mirándonos antes de estallar a carcajadas. Por algo eramos mejores amigas. Estar desde que eramos pequeñas juntas había hecho que pudiésemos ser nosotras mismas la una con la otra a pesar de lo tontas que podíamos llegar a ser algunas veces.

Estuvimos un rato más hablando sobre lo que había estado pensando esta mañana hasta que se fueron despertando todos los demás (todos excepto Harry), y aprovechando que había salido un día estupendo decidimos quedarnos en la piscina antes de empezar a recoger todo para irnos.

Viendo que se acercaba la hora de comer y que Harry no había dado señales de vida entré a la casa y decidí despertarlo.

- Harry -susurré sentandome en el borde de su "cama".

Nada. Silencio.

Acaricié sus rizos y un gemido somniolento salió de sus labios acompañado por una media sonrisa.

Así mejor.

Despegó sus parpados y me miró.

- Brooke, ¿Qué hora es?

- Las doce -dije sonriendo- deberías levantarte.

- Esque tengo sueño -dijo poniendo cara de niño pequeño y tapandose bajo las sabanas.

Reí. Que mono.

- Pero hoy nos vamos Harry, y hay que recoger.

- No, hoy no. Quiero dormir.

Turn back time || Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora