Bueno, eso no había estado tan mal. Roderick no era la persona más sociable. durante mucho tiempo, la soledad había sido su única compañía. Pasaba sus tardes dibujando o pensando en realidades donde tenía una familia que lo amaba, donde su padre tenía al menos un poco de interés en él. Una realidad donde vivía en la gran ciudad, siendo reconocido por sus dibujos y sin problemas de qué preocuparse. El niño prefería mil veces un mundo donde vivía con sus padres en un reino mágico con dragones y tenía que salvar el mundo a estar en ese aburrido pueblo. con un padre que estudiaba a las personas pero que no estaba realmente interesado en conocerlo; una realidad donde su único apego emocional recaía sobre su madre y el arte. Pero esas no eran más que miserables fantasías que alejaban la soledad durante un tiempo, minutos o incluso horas. Pero ella era la mejor amiga del tiempo, y el tiempo haría todo lo posible para que su amiga volviera con el niño alemán.
En su infancia, pensaba que se pasaría la vida acompañado solamente de sus pinceles. Pero todo cambió una tarde de otoño, cuando conoció a Brigitte. Una pequeña niña francesa con la mente más brillante que nadie pueda imaginar, quien pasaba sus días detrás de páginas amarillentas, sentada en el borde del ventanal que iluminaba la biblioteca.
Roderick no era un aficionado a los libros, pero ese 11 de octubre de 1990, el niño fue a la biblioteca a buscar unos manuales que su padre, el único "Venedikt Schmidt", había pedido. En cierto modo, el niño de 8 años siempre había admirado al reconocido psicólogo, pero este parecía no tener interés en estar con su hijo, el trabajo siempre estaba muy por delante del pequeño. Venedikt nunca estuvo en casa, siempre estuvo en Inglaterra trabajando en su proyecto sobre la mente humana. La víspera de Navidad era la única vez que regresaba a Goslar, el pequeño pueblo que lo vió nacer. Por eso diciembre era el mes favorito del niño.
Pero algo fue diferente ese año. Venedikt llegó a la ciudad a mediados de octubre con un repentino interés por la vida de su hijo. Todo era muy extraño, pero el niño estaba viviendo un sueño; ya sabes, cuando eres un niño no ves lo sospechoso en alguien que intenta reparar lo que ha destruido durante años.
Mientras buscaba esos libros la vio. Unos ojos azules adornaban su rostro, se parecían al mar después de una tormenta, cuando todo está en calma después de lo peor. El sol recalcaba las pequeñas pecas que adornaban todo su rostro, e hicieron que su cabello color chocolate brillara más de lo normal.
Una fuerza superior lo obligó a dejar de buscar los requisitos de su padre y hablar con la chica misteriosa en la ventana. Se acercó con repentino interés al libro que estaba en manos de la pequeña, y un hola bastó para borrar la sonrisa de su rostro. Los ojos verdes cual bosque se encontraron con los semejantes al mar, quienes miraron a la nueva persona de la habitación de manera fulminante, como si estuviera a punto de tomar la pila de libros que tenía a su lado y arrojarlos a su lado. Pero no, Brigitte era una persona consistente, no iba a lastimar los libros así.-
¿Te puedo ayudar en algo? - preguntó con el tono más desinteresado-
-Sí, ¿podrías hablarme de ese libro? Estaba pensando en leerlo pero no sabía si valía la pena- Primera mentira de nuestra amistad, pensó Roderick, pero mientras ella no intente matarme con un perfecto golpe de tapa dura, vale la pena-. Y como si le hubieran dado el mejor regalo de su vida, los ojos marinos de la niña se convirtieron en brillantes diamantes, y en su rostro se hizo presente una sonrisa de oreja a oreja. ¡Por supuesto! por donde puedo empezar Primero tienes a Annabeth, el mejor personaje. Pero primero debería contarte la trama principal, ¿verdad? Bueno, empieza un día de invierno ... ¿O era verano? - La tez pálida de la niña comenzó a tomar un tono rojizo - Lo siento, nunca nadie me había preguntado sobre algo que me interesaba, pero realmente vale la pena, deberías leerlo.
Cualquier persona cuerda se habría marchado en el momento en que vio tanta alegría simplemente hablando de un libro. Pero Roderick solo se rió y siguió hablando con la niña.
Habían pasado 3 horas, Justine, una joven de unos 23 años que estaba a cargo de la biblioteca les dijo que estaba por cerrar. Roderick no estaba preocupado, si le decía a su madre que había hablado de alguien de su edad durante más de 2 minutos, toda la ira desaparecería de ella. Pero el miedo se apoderó de su nuevo amigo, se dio cuenta.
En el momento en que vio el reloj, la chica de ojos azules se levantó de un salto y corrió hacia la salida. Roderick estaba perplejo, solo podía gritar
- "¿cómo te llamas? Soy Roderick"-
- "Brigitte", dijo la niña, demasiado lejos para darse la vuelta- "En la misma ventana, mañana a las 3 pm"-.
Bueno - pensó el chico - aparentemente mi lápiz no será mi única compañía mañana.
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hate, fear and love letters
Подростковая литература"El tiempo, el tiempo es capaz de destruirlo todo. Él puede llevarse cualquier cosa, arrasando con los corazones rotos y dejando tristes lágrimas derramándose... Pero Roderik nunca pierde, y no dejaría que sus acciones tentaran al tiempo a arruinar...