No es Amor, es Orgullo

capítulo 15: confesiones.

Capítulo 15: Confesiones.

P.O.V. Mel.

Matt no hablo en todo el camino a su casa, asique baje del auto y me dispuse a levantar a Cami, pero Matt me detuvo.

-ya la llevo yo, está bastante pesada-sonríe.

-está bien-digo confundida por su estado de ánimo.

Sube las escaleras con la niña en brazos y minutos después vuelve a aparecer.

-bien-dice-es hora de hacer la tarea ¿quieres que te ayude?

-está bien- cedo. Después de haberle gritado a Luc, no me apetece resolver cálculos matemáticos.

-¿quieres subir a mi habitación?-pregunta, lo miro confundida y aclara- mis apuntes están allí y mi escritorio es más cómodo.

-está bien-digo-¿no te molesta verdad?

-claro que no-dice mientras subimos las escaleras- matemáticas es mi asignación favorita.

Me entra la risa y me atraganto con saliva.

-¿de qué te ríes?- pregunta.

-¿te gusta matemáticas? ¿De qué planeta vienes? A nadie le gustan las matemáticas.

-a mí me gustan- dice tranquilo- de hecho me encantaría ser profesor de matemáticas- luego de decir eso se sonroja y agacha la cabeza.

-no te avergüences- le digo- seguro que serás un gran profesor- le aseguro.

-no es tan fácil- dice- mis padres quieren que sea abogado, como ellos.

-¿y si le explicas que no quieres hacerlo?-pregunto- te apoyaran.

-no lo harán- afirma- ya tienen mi vida planeada, voy a asistir a la misma universidad de ellos, me convertiré en abogado y formare una familia y para mejorarlo todo me volveré un amargado como ellos y las pagare con mis hijos- suspira mostrando derrota.

Que me cuente sus problemas me ponen nerviosa porque yo no le hablado nada sobre mí, pero aun no estoy lista para hacerlo.

-lo hacen porque te quieren- afirmo- quieren lo mejor para ti, es lo que los padres hacen.

-ellos no me quieren, al menos mamá. De ser por ella me habría mandado a un orfanato cuando nací.

-no digas eso- lo recrimino- todos los padres quieren a sus hijos, es natural.

-¿natural?- dice burlón- ¿tú qué sabes? Ni siquiera tienes padres.

Sus palabras me hieren en lo más profundo, no porque no lo crea si no porque tiene razón, no tengo padres y ahora tampoco hermano, estoy sola, totalmente sola sin nadie que vele por mí. Las lágrimas intentan salir, pero las reprimo no quiero llorar cada vez que lo recuerdo.

-lo siento- dice Matt- de veras lo siento, soy un idiota, no quise decir eso estoy seguro de que tus padres te amarían.

-no importa-lo calmo-tienes razón no tengo padres y créeme preferiría mil veces que mis padres estuvieran vivos, no te imaginas lo que daría por estar en tu lugar con padres que quieren lo mejor para ti y una hermana que te quiere con locura.

-tú también tienes un hermano que te quiere- me aclara

Comienzo a reírme nuevamente por sus palabras

-te equivocas, yo tenía un hermano ahora ya no.

Llegamos a su habitación y me siento frente a su escritorio, miro alrededor y veo una estantería con más de cien libros ¡por dios! Yo solo tengo veinte y me han costado mucho, su vos me saca de mi ensoñación.