Deku-Venom Mix (Terminada)

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Cuando comenzaron las clases en el nuevo plantel, Katsuki permaneció con la misma estrategia que le había servido hasta ahora, esforzarse hasta el límite y mantener su distancia de todo el mundo, no quería que nadie se le acercara, todo lo que quería y necesitaba lo tenía con Deku, que si bien trataba de convencerlo a que les diera una oportunidad, Katsuki no quería saber nada al respecto.

Todos ellos eran demasiado escandolosos e inmaduros, a veces podía jurar que parecía que todo esto era solo un juego para ellos, pero justo cuando estaba a punto de explotar, Deku le recordaba que tenía que calmarse, que ser enjuiciado por asesinato le impediria ser heroe.

Al único al que toleraba a medias era a Tokoyami, y eso porque sentía que tenían mucho en común, ambos vivían con un ente atado a ellos.

Por otro lado, para la clase 1A Bakugo Katsuki era un misterio, siempre estaba gruñendo y con el ceño fruncido, como si estuviese concentrándose y jamás pudiera tomar un respiro para relajarse. Aparte de sus típicas respuestas en forma de gruñidos, nunca decía una palabra a menos que se le preguntara directamente, parecía como si tuviese cada silaba contada, nunca iba a las salidas que organizaban, siempre esquivaba los estudios en grupo y francamente se comportaba como un ermitaño, siempre al borde del enojo pero sin explotar, siempre misterioso y evasivo.

Y sin embargo, a pesar de todas estas cualidades, la que más resaltaba era que era agonizantemente trabajador, no paraba hasta que estaba casi a punto de desmayarse por el esfuerzo, e incluso entonces, parecía que quería seguir, de no ser porque los profesores lo detenían, y cuando le preguntaban al respecto, el simplemente se limitaba a decir "Para ser el mejor tengo que entrenar como el mejor" o alguna cosa parecida.

El único que parecía sacarle más de una sílaba como respuesta, era Tokoyami, y con el tiempo y esfuerzo, Kirishima, que no paraba de ofrecerse como víctima de sus ataques durante los entrenamientos, siendo este último beneficiado, puesto tenía que mantener su don activado casi todo el tiempo.

El único momento donde lo vieron con alguna expresión que no fuese su estoica concentración, fue en una oportunidad cuando Koda trajo su conejo mascota, nadie nunca había visto sonreír a Bakugo hasta ese segundo.

-¿Puedo tomarlo? - preguntó extendiendo los brazos.

El pobre Koda nunca le negaría algo a alguien lo intimidaba hasta los huesos como Bakugo lo hacía, así que se lo dio de buena gana.

-Mira esta cosa - sonreía, y el asombro en su voz era real - es tan peludita y suave - y luego se rió, una risa auténtica, no su usual risa maníaca cada vez que ganaba o su canto de guerra cuando estaba a punto de cargar contra alguien en una batalla - deberíamos conseguirnos uno - una breve pausa - supongo que si es mucha responsabilidad - devolvió el conejo, y con la expresión más abierta que nadie en la clase haya visto, se dirigió a Koda - si algún día necesitas a alguien que cuide de esa cosita por ti, estamos disponibles, tenemos un patio amplio donde puede brincar y saltar y toda esa mierda que hacen los conejos.

Y luego simplemente se dio la vuelta y se sentó en su puesto, todavía con una leve sonrisa pero la cara de concentración había vuelto.

Más tarde ese día, todos durante el almuerzo comentaban en voz baja sobre el uso del plural en la oración de Bakugo, pero teniendo en cuenta que parecía de buen humor a causa del conejo, nadie quiso molestarlo.

Y así encontraron la excusa perfecta para que Bakugo aceptara las invitaciones a estudiar, que Koda no tenía con quien dejar su conejo, a veces funcionaba, y a veces no, las pocas veces que habían logrado convencerlo para que se dejará arrastrar a la biblioteca después de las horas de clase, Bakugo siempre tomaba al animalito y se alejaba del grupo. Jiro y Shoji comentaban que lo escuchan susurrando para sí mismo, hablándole al conejo, pero nada que tuviera sentido, y todo el grupo estaba honestamente satisfecho de al menos haber podido robarle unas horas al misterioso Bakugo.