Atardeceres a tu lado

Capítulo 2

Me desperté con la ruidosa alarma del celular. Cuando la apague y mire las notificaciones, tenía demasiados mensajes de Noah.

Siempre solíamos hablar por las noches sobre nuestro día, pero como ayer recibí la gran noticia, no me apetecía hablar con nadie.

Me levanté de la cama y me fui directo al baño a darme una ducha. Cuando salí, olí un aroma delicioso que provenía de la cocina. Me apresure a cambiarme y a bajar rápido por las escaleras ya que estaba hambrienta.

—¡Buenos días Summy! ¿Cómo estás? —Papá me saludo con una sonrisa  mientras preparaba el desayuno

—Buenos días. Hambrienta, cansada y sin ganas de ir a la escuela.

—Vamos Summy, ¡es tu último día! El desayuno estará en cualquier momento

Estaba por preguntar que estaba cocinando cuando Luke baja las escaleras con energía y una gran sonrisa.

—Hola familia. ¿Qué hay para desayunar?

—Buenos días hijo, estoy preparando panqueques y tostadas. También hay cereal en la alacena por si les apetece.

—Hola Luke, ¿A qué se debe la sonrisa?

—¿A qué se debe? ¡Es nuestro último día de colegio! Eso significa: ya no más exámenes, tareas, levantarnos temprano y la mejor parte, ya no tendré que verle la cara a la profesora de matemáticas.

—Ey, es mí profesora favorita.

—Ya está listo el desayuno. Coman rápido que se les hace tarde —Papá nos interrumpió mientras nos servía los platos

—Mmm, esto está delicioso —Exclamó Luke con comida en su boca

—¡LUKE! No comas con la boca llena de comida. Sabes que odio cuando haces eso.

—Cállate. Y hago lo que se me dé la gana.

—Bueno, basta de discutir. Apresurense que el autobús llegará en cualquier momento —Exclamó papá impaciente

Cuando estábamos terminando nuestro desayuno, escuchamos el autobús. Nos despedimos rápido de papá y corrimos para alcanzarlo.

Afortunadamente llegamos a tiempo. Luke se sentó con sus amigos y yo con Noah.

—Hola Noah.

—Hola summy. Pensé que te había pasado algo ayer. ¿Por qué no contestaste los mensajes?

—Ohh, cierto. Es que ayer recibí una noticia inesperada y me sentía sin ganas de hablar con nadie.

—¿Qué pasó?

—Papá quiere hacer un viaje a Italia para pasar las vacaciones allí.

—Woah. ¡Qué bueno! ¿Pero por qué tienes esa cara?

—Porque no quiero ir. Quiero pasar nuestro último verano aquí ya que después no nos veremos más.

—¿Cómo que no nos veremos más? Iremos a universidades diferentes pero eso no significa que no pasaremos las vacaciones juntos.

—Noah, tendrás nuevos amigos, hasta de seguro encontrarás una novia y ya no tendremos tiempo para pasarla juntos.

—No es cierto. Summy, siempre seras mi mejor amiga aunque tenga más amigos o incluso una novia. Y nuestra amistad nadie la podrá cambiar.

—Tienes razón, pero aún así no quiero ir. No sé por qué justo ahora a mí padre se le ocurre irnos de viaje.

—Quizás solo quiere que la pases bien y te relajes. De seguro conocerás gente nueva y harás nuevos amigos. Al menos piénsalo.