Capítulo 3

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Narra T/n

Quería escuchar lo que Camilo quería decir antes de que la chica interrumpiera, sin embargo es molesto interrumpir a una parejita. Por  la cara de la chica, quería que me fuera y no volviera, di una mala impresión sin hacer nada, increíble.

Estaba aburrida, esperaba a mi madre. Por mientras me decidí a dibujar, de alguna forma terminé dibujando un camaleón, que mala idea, igual quedó bonito. 

Mi madre llegó con una sonrisa.

-Vaya día largo- dio un largo suspiro- pero el lado bueno es que podemos quedarnos aquí cuanto queramos, lo logramos.

-¡Que bien!- dije dando pequeños aplausos- pero ¿de qué hablaron con la Sra. Alma?

-Más o menos le conté un poco de nuestra historia, de cómo era nuestro antiguo pueblo y la vida que llevábamos- Mi madre se paró a la cocina por un vaso de agua- espera que conozcas y te lleves bien con sus nietos.

-Seguro, ¿por qué no?- me puse de pie- bueno ya me dio un poco de sueño, descansa ma.

La dejé con la palabra en la boca, la verdad tenía mucho sueño, supongo que me iba a preguntar que hice.

Me levanté al otro día a las 9 am más o menos, mi madre me daba mucha libertad en cuestión de salir a explorar el pueblo, podía ir donde quisiera.

Salí y vi a Luisa cargando muchos libros.

-Hola Luisa, ¿Cómo estás?- dije siguiéndole el paso.

-Hola _____, bien diría yo, cumpliendo unos cuantos favores a las personas, y ¿tú?, ¿Cómo te has sentido aquí? 

-Primero deja te ayudo con los libros- le extendí las manos y ella accedió. me dio una sonrisa- yo estoy bien, sigo pensando que este lugar es simplemente hermoso.

Dejamos los libros y me adentré a una parte parecida a un bosque, detrás del pueblo. Después de un rato de explorar, vi a lo lejos un campo de flores, me tiré allí y cuando menos pensé me dormí. Luego sentí como una sombra estaba delante de mis ojos, los abrí para ver de qué se trataba.

Estaba allí aquel chico de bellos rizos en su cabello.

-Veo que encontraste un bello lugar para pasar el rato, o en tu caso para dormir- dijo en tono burlón.

-Vaya manera de saludar- dije mientras me sentaba- ¿has venido aquí antes?

-Muchas veces, realmente relaja- dijo dándome una sonrisa- creo que quedamos con una conversación pendiente señorita, me temo que nos interrumpieron.

-Oye no te refieras así de tu chica

Camilo tosió y empezó a ahogarse, su poder se descontroló por un momento y se transformaba en distintos integrantes de su familia, no pude aguantar la risa.

-Casi me ahogo y tú solo ríes- dijo, y provocó que volviera a reír- el punto es que ella no es mi chica, es mi mejor amiga.

-Camilo, o te haces el ciego o realmente lo estás porque esa chica ayer me miró hasta mal solo por hablarte- es imposible que me diga que no sabe que él le gusta a ella.

-Es que...- dio un suspiro- ¡Agh!, no lo sé

Apoyó su cabeza en mi hombro y su carita se ocultaba.

-Mejor no toquemos el tema- dijo desviándose por completo en la conversación- Ayer estábamos en qué te gustaba hacer ¿no?

Reí un poco, enserio no quería tocar el tema romance en su vida.

~Este don no te define~{Camilo Madrigal y tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora