Vi a través del espejo de quien se trataba.
-¿Danial?-pregunté sorprendida.
-Hace mucho tiempo que no te miraba linda.-
Danial era mi compañero de aventuras y un poco más de eso pero dejamos de vernos cuando el se fue a Los Ángeles por asuntos familiares.
-¿Que haces aquí?-dije mientras cerraba los ojos al sentir que sus besos iban bajando un poco más.
-Regresé, los problemas están solucionados y vengo más dispuesto que nunca.-
-¿Dispuesto a que?-pregunté coqueta ya que sabía de que se trataba.
-A seguir con lo que teníamos.-dijo mientas me daba vuelta y me besaba apasionadamente.
Lo tomé del cuello mientras el me tomaba de la cultura, me dio un suave apretón que me hizo saber que su amigo estaba emocionado, solté una suave risa y moví mi cabeza a un lado para profundizar más el beso, Danial me soltó y fue corriendo a cerrar la puerta del baño sin importar nada, me subió al lavabo mientras se posaba en el medio de mis piernas y me tomaba suavemente el cabello, siempre le gustó hacer eso, decía que tenía un cabello genial y que si fuera mujer desearía tenerlo como el mío, poco a poco lo fui desvistiendo hasta que sólo quedó en boxers, el intentó quitarme el crop top pero le pegué un manotón para que no lo hiciera ganando por parte de el un puchero.
-__.-dijo en modo de súplica.
-No, sabes, tengo que volver, alguien me espera, te veo mañana es mi casa ya sabes donde es.-le di un último beso y me fui.
Llegue a la mesa con Blake y nos pusimos a platicar mientras tomábamos, me sentía un poco mareada pero nada fuera de lo normal, nuestras miradas se encontraron y poco a poco nos fuimos acercando hasta que nuestros labios se tocaron, Blake me agarró de las mejillas y yo puse mis brazos alrededor de su cuello, cuando nos separamos me sonrió y yo igual lo hice, sentí como una mirada se posaba en mi, al girar mi cabeza lentamente me encontré con Danial quien cuando me pilló mirándolo me envío dagas con los ojos y se volteó para sentrar su mirada en una peliroja.
