Guía para principiantes

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En el vasto y misterioso cosmos, donde la ciencia nos habla de galaxias, materia, y estrellas, existe una realidad mucho más profunda y esotérica. En el momento del origen del universo, nacieron dos almas poderosas: Alertaia y Lucidán. Estas almas gemelas, al unirse, sembraron el árbol del bien y el mal, estableciendo un delicado equilibrio moral que define todo lo que conocemos.

Al inicio de todo, surgieron dos almas poderosas: Alertaia y Lucidán. Estas almas gemelas, al unirse, sembraron el árbol del bien y el mal, estableciendo un delicado equilibrio moral que define todo lo que conocemos. Poco tiempo después de la unión de Alertaia y Lucidán, surgieron los dioses. Estos seres omnipotentes se convirtieron en los arquitectos de la vida, creando mundos y seres a su imagen y semejanza, pero también experimentando con infinitas formas de existencia. Aunque el universo es vasto y su comprensión escapa a los límites de cualquier ser mortal, nuestra historia se concentra en un rincón específico: la Vía Láctea, hogar de cinco mundos interconectados.

Los Mundos de la Vía Láctea

El Epicentro

En el corazón de la Vía Láctea se encuentra el Epicentro, un mundo vibrante y lleno de poder, que controla y regula los otros cuatro mundos. En el Epicentro residen seres que son una mezcla de diferentes especies, combinando habilidades y características únicas que los hacen excepcionalmente poderosos. Este es un lugar donde cualquier cosa puede suceder, y donde el poder y la ambición gobiernan todas las acciones.

La monarquía del Epicentro es la máxima autoridad, con un sistema de gobierno basado en la meritocracia. Los gobernadores son elegidos por la Corona Suprema, y solo aquellos que demuestren ser verdaderamente dignos pueden ascender al trono y obtener el título de Rey Antelumínico, el soberano supremo de todos los mundos.

Atlantic

Atlantic es un mundo donde las reglas morales difieren drásticamente de las nuestras. Aquí, el asesinato no solo es permitido, sino que forma parte del tejido social. Las criaturas que habitan este mundo son bellas pero mortales, y conocer las reglas de supervivencia es esencial para evitar un destino fatal.

En Atlantic, además del Rey Antelumínico, existen líderes locales que adoptan herederos para continuar su linaje y asegurar su poder. Esta adopción no es solo un acto de necesidad, sino también un símbolo de poder y continuidad.

Radiacti

Radiacti, un mundo marcado por la radiación desde el inicio de la Vía Láctea, es hogar de criaturas mutadas con habilidades elementales. Los habitantes de Radiacti dominan el agua, el fuego, la tierra y el aire, usando estos poderes tanto para la creación como para la destrucción.

La estructura de poder en Radiacti es independiente, con tres castillos que representan diferentes facciones: el Castillo Negro, el Castillo Blanco y el Castillo de Naipes. Cada uno de estos castillos tiene su propia forma de gobierno y sus propias intrigas.

Escarcha

Escarcha es un mundo mágico donde cada criatura brilla con un resplandor propio. Desde brujas y hechiceros hasta duendes y elfos, este mundo está lleno de seres mágicos, cada uno con sus propias habilidades y arrogancia. La magia aquí es tanto una herramienta como una arma, y aquellos que la dominan tienen un poder inmenso.

En Escarcha, no se reconoce la autoridad del Rey Antelumínico. Los habitantes viven bajo sus propias leyes y normas, gobernados por líderes que se elevan a través de su habilidad mágica y sabiduría.

La Tierra

La Tierra, el centro de la vida humana, es un mundo de contrastes. Aquí, la inteligencia se mezcla con la autodestrucción, y los humanos, aunque avanzados, a menudo son sus peores enemigos. La Tierra es un lugar de progreso y ruina, donde la tecnología y la naturaleza están en constante conflicto.

La Tierra opera de manera independiente, y sus habitantes desconocen completamente la existencia del Rey Antelumínico y la estructura de poder que gobierna los otros mundos.

Otras Dimensiones y Existencias

Más allá de estos mundos, existen otras dimensiones que juegan roles cruciales en el equilibrio del universo:

El Limbo: Un reino intermedio donde las almas de los muertos esperan su destino final, vagando en un estado de incertidumbre y transición.

Cielo e Infierno: Estos son los dominios de ángeles y seres divinos, en comunicación constante con Dios y Lucifer. Aquí, las fuerzas del bien y el mal luchan eternamente por el dominio moral del universo.

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