Extra

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Jennie no llegó a ver a Lisa en sus últimos momentos de conciencia, por seguramente hacer sus cosas, pero que no valían nada comparado al pelinegra.

Para cuándo llegó al hospital, ya lo habían inducido en coma farmacológico, y afuera de la sala, en la espera, estaban los cinco mejores amigos del mundo.

—¡Hey! — Jennie los llamó al llegar, cuatro de ellos alzaron sus ojos llenos de lágrimas para mirarlo, el la rubia fue la única que no lo hizo, apretando sus puños y su mandíbula
—. ¿Y Lisa? — preguntó, no había preocupación en su voz, sino que había sorpresa y había hablado muy tranquila, si voz no estaba ni un poco quebrada.

Lo siguiente fue tan rápido que Bambam no llegó a terminar un "¡Rosé, no!" que la rubia ya había estrellado su puño en la mejilla de Jennie.

ㅡ¡¿Quién carajo te crees para venir a por ella ahora?! ¡¿Después de dejarla tanto tiempo?! ¡No tienes derecho ni a decir su nombre, Kim Jennie!

La mayor del grupo tuvo que ir a sostenerla, tomándola por los brazos y trabandolos detrás de su espalda, mientras Rosé seguía gritándole a Jennie con todas sus fuerzas, reclamos en nombre de quién ya no podía hacerlos.

Porque sí, ella había visto todos los videos de su mejor amiga, la había visto quebrarse con los días, disminuir sus sonrisas y sus lágrimas y romperse una y otra vez, la había visto intentar justificar una injusticia, un amor unilateral, la había visto darlo todo por alguien que no sabía cuidar ni un anillo de compromiso, y mucho menos un corazón.

Jennie sólo la miró gritar, sin decir nada, sosteniendo su mejilla, donde había sido golpeada, y pensaba que era una suerte que no le hubiera al menos descolocado la mandíbula.

No la dejaron pasar a verla, los médicos habían dado aviso horas antes para que se despidieran, y evidentemente tenía tres llamadas perdidas del hospital y varios mensajes y más llamadas de parte de los chicos, el tiempo ya había pasado y ella no lo había aprovechado.

Echó una vista hacia el interior de la habitación por la ventana de la puerta, un último vistazo, a la chica pelinegra que dormía profundamente esperando también a dejar este mundo.

                              📷

Tanto el grupo como Jennie se alejaron luego de eso, Kim nunca mostró interés en reencontrarse, en saber algo de sus vidas o de contar la suya.

Por eso, fue bastante sorpresa cuando tres años después de la muerte de Lisa, cuando ya creía que estaba todo en el olvido, alguien tocó a su puerta, quien resultó ser la misma Rosé.

ㅡHola, Jennieㅡ dijo, el ahora pelirosaㅡ. A pasado mucho, ¿No? ㅡ sonrió mínimamente.

ㅡSí, Rosé... Sí pasó muchoㅡJennie le dedicó una sonrisa forzada.

ㅡ¿Vas a... Dejarme pasar? Quería pasar un rato contigo hoy, en especial.

ㅡOh, claro, claro, adelante— dijo, apartándose, Rosé pasó y se acomodó en el sillón, Jennie puso en marcha la cafetera y fue con ella—. Y.... ¿Qué pasa hoy? — preguntó, sentando junto a Rosé.

La expresión de la pelirosa cambió y la miró con seriedad.

ㅡHoy es el aniversario de la muerte de Lisa.

ㅡOh... Sí, yo siempre olvido la fecha.

ㅡJennie, lamento haber reaccionado así cuando ocurrió— Jennie negó, restándole importancia, había recibido varias golpizas en su vida como para que le importen—. Y yo, bueno quería ver los videos de Lisa de nuevo, y sólo tú los tienes.

Hasta la última vez | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora