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La Letra


Baje las escaleras corriendo, flash se quedo pendejo, como casi todas las mañanas mi papá se fue al trabajo temprano y me quedé sola en la casa esperando el autobús, agarré mi almuerzo, ya lista, abrí la puerta, por suerte estaba el autobús esperando.

No sé porque siempre me da la sensación de incomodidad de que me miran solo a mi, es raro la verdad.

Me acomode en uno de los asientos vacíos del fondo.

Se subió un chico y una niña, el chico bastante alto, hay que decirlo, bastante, bastante guapo, cabello largo -no tanto-

Iba vestido solo de negro con un beanie blanco y una sudadera. En cambio la niña iba con una falda blanca y una chaqueta color rosa pastel, el pelo negro y unos ojos que dejan hipnotizado a cualquiera.

No lo digo en broma, esa niña va a dejar en terapia a cualquiera.

Por otra parte se acomodan en los asientos de atrás. Por mi parte me quedo pensado como no los había visto antes, pero me acuerdo de algo.

Son los hijos de la profe de matemáticas.

Con razón no los había visto en el autobús antes, la profe de matemáticas es bastante reservada y por lo que e oido tiene una familia bastante funcional, La profe Luna siempre fue mi favorita, por todo por su forma de explicar, por la paciencia.
. . . . . . . . . . . . . . . . . .

Un poco más tarde me encuentro sentada en el salón de Historia, cuando entrego el trabajo, la profesora se me queda viendo y me dice

-¿Esta letra es tuya?

Confundida asiento con la cabeza -Vas a tener que mejorarla o perder puntos-

Me quedo rígida, mi letra no era la mejor, pero tampoco era letra de doctor. No sé que decir, me quedo callada y solo asiento con la cabeza otra vez.

-Esto no es el kinder, ya vas para la universidad y sigues con esta letra-

Me sentí un poco humillada, la verdad. Una de mis personalidades toma el control y le digo

-Con mucho respeto profesora, pero no puede usted tratar así a cualquiera, además la letra tiene que ser legible u entendible - En ese mismo momento la clase se me queda viendo - Así que mi letra es válida y no debería cambiarla porque usted tiene falta de profesionalismo.

Me doy la vuelta queriendo irme a sentar, pero me detiene hablando.

- Soy tu profesora y para tu información, tengo mucho profesionalismo. Respétame como yo te respeto a tí.

- Perdón profesora, pero si no hay respeto mutuo no habrá respeto de por medio.

Se escucha una risa baja en el fondo del salón.

- ¡A la dirección ahora mismo señorita Moreau, También el gracioso que se está riendo!

Bufé y agarre mis cosas para ir a la dirección, me doy la vuelta y veo de reojo que me está siguiendo el guapo del autobús.

No jodas.

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AYYYYYYYYY QUE EMOCION

¿Que creen que pasará?

¿Será bueno será malo?

BUENO BAI

TE CUIDAS, TE QUIERO MUCHO LECTOR QUE ME PRESTA ATENCIÓN.

Su Historia IdealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora