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L: ¿Thomas no vas a comer?

T: No tengo hambre.

Thomas se levanta y se va de la mesa apurado. Mientras subía las escaleras hacía el segundo piso, se cruza con Albert.

A: ¿Qué tal campeón?

T: Bien. - dice mientras sube apurado las escaleras.

Albert entra en la cocina y ve a Liliana mirando el plato que Thomas no quiso comer con una mirada decaída.

L: No sé qué hacer tío, ya es el tercer día que se va sin cenar.

A: No pasa nada, solo será una mala racha.

L: Lleva así bastante tiempo, ni me atrevo a nombrar a Philipp, se que le afecta mucho y no quiero empeorar las cosas, además, yo también estoy muy sensible.

A: Lo sé, pero eres una chica fuerte, no hay nada con lo que tu no puedas.
Además seguro que Philipp estará bien, recuerda que es un chico muy astuto, seguro que no tendrá problemas.

L: Pero me preocupa Thomas, es muy joven para pasar por algo así otra vez.

A:Hablaré yo con Thomas, seguro que después si querrá de esta riquísima cena.

El comentario de Albert esbozó una sonrisa en el rostro de Liliana. Albert siempre fue una persona muy positiva, que intenta animar a la gente de su alrededor, en estas situaciones es muy valioso tenerlo.

A: cuando termines de cenar acuestate, ya recogeré yo la cocina, no te preocupes

L: Gracias tío Albert, no sé que haría sin ti en estos momentos. - dice Liliana mientras le abraza dulcemente

A: No hay de que Lili, sabes que siempre cuidaré de vosotros dos.

Al cabo de un rato Liliana se fue a la cama. Albert aprovechó para entrar en el cuarto de Thomas. Al abrir la puerta encuentra a Thomas, sentado enfrente de la ventana, iluminado por la luz de la luna, pensante.

A: ¿Qué tal de nuevo campeón?, me han contado que te has vuelto a ir sin cenar.

T: Es que no tenía hambre.

A: Pero sabes que tienes que cenar igualemente, aún estás creciendo.

T: Pero que no tenía hambre - dijo en un tono más enfadado.

A: Explicame que te pasa Thomi.

T: Echo de menos a Philipp.

A: Yo también, pero seguro que estará bien, si no recuerda quien te enseñó a usar el tirachinas. Aún recuerdo aquella vez que le dió a un ganso en el aire, fue la mejor cena de mi vida.

La anécdota de Albert provocó una tímida risa en Thomas. Albert es consciente de que el único amigo de Thomas era Philipp, ya que vivían en un pueblo muy pequeño, y no había chicos de su edad. Ambos solían salir a pescar al río más cercano y a practicar sus destrezas con el tirachinas, desde luego su actividad favorita, podían pasarse horas en el campo tirando latas a disparos. Por eso la partida de Philipp dejó un hueco inmenso en Thomas.

A: ¿Sabes qué?, mañana vamos a pescar, ti y yo, ¿te parece?

T: ¿Enserio? - dijo Thomas mientras se le dibujaba una sonrisa en la cara

A: Si, Totalmente, saldremos por la tarde después de acabar mi turno.

Albert trabaja en la fábrica Volkswagen en Leipzig, la ciudad más cercana la pueblo. Thomas esa noche se fue a la cama más feliz de lo que nunca lo estuvo desde la marcha de su hermano. El tío Albert sabía como tratar con él, Thomas era un chico complicado e introvertido, pero la presencia de Albert siempre le hizo sentirse más cómodo, él y Liliana son lo único que que tiene Thomas en estos momentos.

KitzcherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora