Kitzcher

II

Ya era por la mañana. Albert, como siempre, fue el primero en levantarse. Se preparó para ir al trabajo, pero en cuanto salió de casa se encontró con su vecino, Markus. Markus es muy conocido por la zona y querido por los Eggestien. Es ex- combatiente de la primera guerra mundial, de hecho, recibió muchas medallas al honor y es muy apreciado en el ámbito militar, a día de hoy sigue teniendo contactos con los altos cargos, nadie sabe cómo, ya que el gobierno de su época hasta a día de hoy, en el Tercer Reich los cabecillas han cambiado, pero él sigue teniendo relación. Se entera de todo lo que ocurre en el frente antes incluso de que la prensa lo publique, ya que también cuenta con contactos con operarios de la radio nacional, solo le falta tener contacto directo con el propio Führer. A pesar de tener contactos con gente tan importante y ser tan reconocido militarmente, Markus ahora dedica su vida al negocio de la agricultira, el cual le dio la vida a su familia durante muchas generaciones, cultivando, sobre todo, cereales.

M: ¡Hola, Albert! cuanto tiempo.

A: ¡Hombre Markus!

M: ¿Qué tal va todo?

A: Bien, iba ahora de camino a la fábrica.

M: ¿Y por casa?, ¿Qué tal los chicos?

A: Bueno, estamos un poco decaídos, ya sabes por lo de Philipp, pero vamos mejorando.

M: Bueno eso es normal, pero traigo buenas noticias sobre el frente. Las tropas están en Rusia y la invasión parece inminente, desde la cima ya lo dan por hecho

A: El Führer siempre se fue muy optimista, pero no sé cómo logra estar tan seguro.

M: Bueno yo te cuento lo que sé, y es que tiene pinta de que a Moscú le queda como mucho 1 mes, aún que con el invierno ruso lo puede complicar.

A: Cierto.

M: ¿Sabes en que división estará Philipp?

A: Ni idea, pero probablemente será destinado a Rusia. Aún no nos envió ninguna carta desde el frente.

M: Vaya, seguro que estará bien. Conozco a ese chico y tiene destrezas para la guerra

A: Si, pero eso no quita que estemos preocupados, tu sabes que es estar allí, y ahora en Rusia... Pffff - Resopla mientras se lleva la mano a la cabeza con angustia.

M: Ya te dije que las tropas van bien, y si inavadimos a los soviéticos la guerra estará prácticamente acabada.

A: Lo sé... Bueno me tengo que marchar que se me hace tarde, un placer Markus.

M: Un placer igualmente, Albert. Mándale recuerdos a los chicos de mi parte.

A: ¡Claro! Hasta luego.

La conversación con Markus alivió un poco a Albert. Saber que las cosas en el frente marchaban bien le daba esperanzas de que Philipp pudiese volver lo antes posible a casa. Albert llegó a su puesto en la Volkswagen, trabajaba en la producción en cadena, ensamblando puertas, un trabajo que no le era complica, tenía buenas destrezas con el soplete. A poco que llegó su hora de comer, se dispuso a hablar con su compañeros de trabajo Jonh y Nils, eran bastante amigos y siempre se sentaban a hablar en los descansos.

A: ¿Sabeis que las tropas están apunto de ganar en Rusia?

J: ¿Si? es buena noticia pero yo no me fio ni un pelo.

Albert era consciente de que Jonh nunca fue una persona optimista, más bien todo lo contrario, pero el se prefiere definirse como precavido.

J: Recuerda la última vez que combatimos en Rusia.