Capítulo 16: Melancolía.

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Capítulo 16: Melancolía.

|Narra ____|

Mis ojos se abrieron de par en par. Asustada, miré el reloj en mi buró.

8:57 AM

-¡¡¡MIERDA!!!-Grité mientras me levantaba de la cama y sacaba mis toallas del estante. Salí como alma que lleva el diablo directo hacia el baño

El desayuno empieza a las 7:30…Y el entrenamiento a las 8:00…

Si. Levi me va a matar.

Apenas llegue, me saque el camisón tan rápido que casi lo rompo. Me duche en 1 minuto, y mis dientes los cepille en 30 segundos. Cubrí mi cabello y cuerpo con las pulcras toallas. Me giré, abrí la puerta para salir corriendo nuevamente a mi habitación.

Pero el choque con un cuerpo me detuvo. La persona se fue directo al suelo, mientras yo me sobaba el puente de mi nariz.

-¡Lo siento llego tarde!-Dije tirando del brazo de mi compañera, para ponerla de pie.

Iba a volver a correr, cuando su mano sujeto firme mis dedos.

-Eh, _____, hoy es día libre…-Me dijo la rubia y adorable historia.

Día libre.

Día libre.

Día libre.

¡MALDICION!

-Oh…-Fue lo único que dejé escapar.

La risa de historia me hizo sentir aún más idiota, mientras mis mejillas se coloreaban de un tenue granada.

Caminé tranquilamente a mi habitación, refunfuñando un par de cosas indebidas, con la blanca y pequeña toalla cubriendo mi cuerpo. Todos deben estar durmiendo, así que realmente no me importa.

Entré a mi pieza, para luego cerrar la puerta.

Suspiré frustrada.

Con la blanca toalla, comencé a secarme el cuerpo.

Ha pasado una semana desde el “incidente” con Hanji.

Ya no hablamos, o al menos yo la ignoro. Mis ojos se vuelven turbosos y opacos cuando me dirijo a ella.

Como esa mirada que antes le tenía a Levi.

Eren trata de sacarme sonrisas, pero ya ni eso sirve para calmar el dolor.

No. Lo único que sirve es…

El gris.

No estoy molesta con Levi, pues es lo mismo que…Si Bankotsu me pidiera hacer eso. Yo trataría de entrarlo en razón, pero ¿Qué más puedo hacer, si llora, me suplica y ruega? Nada…Solo tratar de calmar su sufrimiento…Todo por ese lazo de amistad. Probablemente tampoco haría nada. No me movería, solo dejaría que él calme su deseo…

Pero Hanji…Jamás podre perdonárselo.

Él se percató de que algo sucedió entre nosotras, pero no quiso indagar más. Yo solo le dije que eran problemas personales, pero nada importante.

Voy casi todos los días a su oficina.

Ya se hizo una costumbre para ambos.

Una dulce costumbre.

Me puse una larga falda blanca, una blusa celeste metida dentro de la falda, mis botas negras desgastadas, y amarré mi cabello en una trenza.

Hice mi cama, y abrí las cortinas de mi habitación, recibiendo de lleno al precioso sol.

"Cambio" |Levi y Tú| |LevixReader| |Shingeki no Kyojin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora