No podía hacer nada más que no fuese mirar la ventisca que caía al otro lado de la ventana, atrapado en este lugar. Fue debido a un viaje escolar que debimos venir a esta montaña; se suponía que no iba a haber ningún altercado y mucho menos ventiscas.
Enviaron a varios grupos a recolectar cosas, como parte de las actividades. Me dejaron elegir mi grupo y elegí a Alana, sería mucho más fácil yendo con gente de su clase.
Pero entonces, vinieron otras dos personas y se metieron sin que pudiera decir que no. Al final me dejaron elegir dónde ir, así que todo está bajo control.
Cuatro personas, incluyéndome a mí, tuvimos que ir a la cabaña a buscar las tiendas de acampar y los calefactores pero nos quedamos atrapados...
Ahora solo tenemos tres opciones: buscar una salida, esperar a que alguien venga en nuestra
ayuda o... morir.— Oiga, ayúdenos a buscar las cosas que necesitamos mientras vienen a buscarnos. — Dice uno de mis acompañantes.
Este chico es Keith, (que nombre tan emo por cierto), el tipo rudo y excesivamente edgy, pero
sospechosamente dedicado ahora. Quizás quiere mantenerse ocupado para no pensar que podemos morir aquí.— ¡¿Qué haces ahí parado?! ¡Mueve el culo Alex! — Keith me empuja y me hace caer sentado.
Hace un momento estaba disfrutando de la ventisca y ahora me duele el culo. Aún así, no me atrevo a responder, solo soy un cobarde.
— Ya voy. —
No me queda más opción que ayudarlo.
— Tú también ven a ayudarnos Alana. —
La chica que está ayudando a Keith se llama Rosa, y es, lo que podríamos denominar como 'una zorra'
— Ehm, ¿qué debo hacer? —
La otra chica, se llama Alana como ya dije, mi querida zorra. Alana es una chica débil y tímida, pero muy inteligente, además de ser considerada muy linda.
— Ven a buscar las tiendas y los calefactores, hay mucho que revisar. —
No sé porqué Keith quiso entrar en mi grupo, pero asumo que no será nada bueno. Pero ¿qué importa eso? yo estoy aquí para otros asuntos.
Al llegar al almacén de la cabaña, empiezo a buscar las tiendas y eso. El almacén es un sótano básicamente, en lo bajo de la cabaña. Hay un montón de estantes con varias cosas y cajas apiladas, todas llenas de polvo como era de esperarse... y se siente algo extraño aquí; porque a pesar que esté tan helado afuera como para darte una hipotermia en el culo, aquí está cálido.
— Me gusta que las cosas vayan bien... — Susurro para mí mismo, pero siempre viene la calma antes de la tormenta, o antes de la ventisca en este caso.
— ¿Sabes Alana? Siempre he pensado que eres una chica preciosa. —
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Sembrar Males, Recoger Ventiscas
Mystery / ThrillerCuatro personas atrapadas en una cabaña por una tormenta de nieve. En ese lapso de tiempo se desmantelará el secreto de una de ellas.