Victor

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Victor abrió lentamente sus ojos, intentando acostumbrarse a la luz de la sala. Todo daba vueltas, se sentía mareado. Cerró los ojos y espero algunos segundos para volver a abrirlos. Al abrirlos nuevamente ya pudo ver mejor, respiro hondo y soltó el aire lentamente. Se sentó en la cama y miró a su alrededor, desconocía el donde estaba. Algo asustado pensó en levantarse, pero escucho el ruido de la puerta y se detuvo. Un chico peli morado entró a la sala, junto a un dragon inquieto.

¿Comandante? ─ dijo el chico con asombro, el dragon bajó del hombro del peli morado y se tiro a sus muslos, Victor sonrió y le dio pequeños mimos ─.

Grr~ ─ gruñó tiernamente el pequeño dragon, Mayo se sentó a su lado en silencio. Victor le sonrió ─.

¡Hey! ─ dijo mirándole feliz, Mayo rodó los ojos y le sonrió ─.

Dios realmenteme asustó esta vez... ¿Se encuentra bien? ─ mencionó con preocupación ─.

En ese momento recordó. Detuvo las caricias confundiendo al pequeño dragon entre sus brazos, este le mordió levemente le miró y se dejó llevar por el balden de recuerdos que llegaron de golpe, todos esos recuerdos que le atormentaba estaban golpeandole con fuerza. Lo vio ¿realmente era el? No paraba de preguntarselo. Quería ir a verlo, quería decirle que estaba ahí. Quería preguntarle tantas cosas, pero no podía hacerlo. ¿Lo recordaba? El no parecía hacerlo. Mientras su cabeza era llenada de preguntas, las lágrimas amenaban con salir. Quería contener todo, pero era demasiado difícil. En el momento en el que pensó que no aguantaría más sintió unas manos rodearle, devolviéndole a la realidad.

Las lágrimas que tanto lucho por contener, estaban salieron una tras otra sin parar, correspondió el abrazo y se aferro a su contrario. Llorando como un niño pequeño. Llorando como solía hacerlo en ese entonces.

Mayo le vi... ─ le dijo entre lágrimas, simplemente quería decirle, no importaba nada. No estaba pensando─.

¿A quién vio? ─ preguntó este en un tono suave y tranquilizador ─.

Vi a... Alguien a quien no veía hace mucho tiempo... ─ dijo lentamente cuestionandose si estaba usado las palabras correctas ─.

¿Es malo? ─ Victor negó ─ okay... ¿Le hizo daño? ─ preguntó esto último con duda, parecía pensar cuidadosamente sus preguntar ─.

No... ─ dijo, Mayo mordió su labio, y suspiro. Parecía dudar en sí preguntar más ─.

El silencio inundó la sala. Victor se quedó en los brazos de Mayo por algunos minutos, recordando con nostalgia su pasado. Su infancia no había sido fácil. Era un tema el cual había decidido enterrar en lo más profundo de su ser. Realmente no podía creerlo, el estaba vivo. Lo estaba, ¿que significaba esto? ¿Le habían mentido? Muchas preguntas rondaban su cabeza, sin embargo no encontraba respuesta para ninguna. El estaba vivo. Estaba seguro de que era el, aún así no podía ir y decirle quien era, no de esa forma. Tenía que comprobar muchas cosas antes. Victor rompió el abrazo para limpiar sus lágrimas, Mayo le dejó ir finalmente, aunque este no se alejo para nada de él, Victor agradeció esto, podía sentir su apoyo, aunque Mayo aveces fuese algo duro con el sabia que no le dejaría morir solo.

¿Se encuentra mejor? ─ pregunto con preocupación el peli morado ─.

Gracias... ─ le respondió ignorando su pregunta. ─.

No agradezca... ─ mencionó con simpleza adoptando su personalidad sería al instante. Algo que llamó la atención de Victor, su cara parecía no expresar nada, mientras hace unos segundos parecía realmente preocupado ─.

Gr ─ miró al pequeño Fran el cual estaba sentando en su regaso, le miró detenidamente por algunos segundos. El dragon era sin duda hermoso, sus escamas moradas brillantes eran sin duda lo más lindo que había visto. El dragon había crecido mucho si bien aún era pequeño parecía haber crecido algunos centímetros cosa que noto rápidamente ─.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2022 ⏰

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