Uno

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Mi vida es algo rutinaria, vivo sola tengo 17 años tengo un trabajo de medio tiempo , el por qué de todo esto es muy simple

Hace algunos años mi madre asesino a mi padrastro usando un fierro y golpeándolo en la cabeza por qué descubrió que la engañaba con su secretaria, luego de esto huyó del lugar sin importarle lo que pasaría conmigo, cuando llegue a casa de la escuela encontré su cuerpo y llame a las autoridades buscaron a mi madre pero no lograron dar con su paradero me interrogaron a mi y en ese entonces yo tenía tan solo 15 años, la gente se encargó de esparcir rumores falsos sobre mi diciendo que estaba maldita que si se acercaban a mi cosas malas les pasaría, lo típico de gente ignorante que cuenta verdades a medias, ningún orfanato quiso hacerse cargo de mi por qué sin pruebas me tacharon de asesina así que vivía sola trabajaba y conseguí el dinero suficiente para rentar un pequeño departamento y vivir allí mientras estudiaba y vaya que era duro todos huían de mi como si fuese a hacerles daño pero con el tiempo me acostumbre a ello y ya me daba igual

Hiba escuchando música en mis auriculares tarareando la canción mientras regresaba del instituto, llegue a casa comí me cambié y me fui al trabajo, me puse el delantal y empezé a atender a los clientes, era mesera en una cafetería de los barrios bajos, no tenía de otra de alguna manera tenía que sobrevivir después de todo

Estaba algo perdida en mis pensamientos hasta que el tintineo de la campana en la puesta me avisó de la llegada de un cliente así que me dirigí a la mesa con mi libreta en la.mano dispuesta a atenderlo sin darle mucha importancia

-Buenas tardes, que le sirvo?

+Quiero un café negro buen cargado y una tarta de limón

-De acuerdo algo más?

+No, puedes retirarte

Dijo el hombre de forma seca y sin mirarme así que me marché a encargar su pedido en la cocina y me dirigí a atender a otro cliente que había llegado tuve que tolerar un poco de morbo de su parte pero ya estaba algo acostumbrada a que algunos fueran así de idiotas así que simplemente lo ignore

Una vez estuvo listo el pedido del primer cliente tome la bandeja y me dirigí a su mesa a entregarle lo que había ordenado

-Un café cargado y una  tarta de limón

Dije dejando la taza y el plato en la mesa cuando estaba por ir por el otro pedido el otro tipo me agarró por el delantal jalandome y sentándose en su regazo a horcajadas

-Que le pasa suelteme!!

Estaba molesta y empezé a forcejear con el tipo

±Vamos será solo un momento que te cuesta quedarte aquí conmigo muñequita

-Eh dicho que me suelte ahora mismo!!

Trataba de safarme de su agarre pero evidentemente tenía más fuerza que yo y mis intentos eran en vano, no pasaron ni díez segundos cuando ví al tipo ser golpeado por el otro sujeto, me ayudó a levantarme del piso ya que caímos los dos

+Estás bien?

Dijo extendiendome su mano para pararme, la tomé y le agradecí

-Si lo estoy, gracias

Vi como el sujeto salió de allí enfadado y se fue

+Una chica como tú no debería trabajar en lugares como este, corres mucho peligro por aquí lo sabes?

Menciono de una manera fría y directa

-Lo sé pero la situación es difícil y encontrar trabajar aún más así que no tengo de otra

+Como sea deberías considerar cambiar de trabajo por tu propia integridad, no siempre encontrarás a alguien para ayudarte

-No se preocupe no volverá a pasar

+Si tú lo dices niña

Volvió a su mesa yo recibí todo lo que quedó en el piso, cuando terminó su café y su tarta se fue dejando el pago y una gran propina

(Ni tan mal después de todo)

Luego de aquel día aquel hombre llegaba todos los días a la misma hora y siempre pedía lo mismo ya se me hacía usual verlo aveces estaba con un móvil en la mano hablando por teléfono, su cabello negro azabache resaltaba con lo blanco de su piel no pasaba de los 20 años y tenía unos ojos Marrones claro que eran tan profundos a la vez

Un día estaba yendo a casa luego del colegio para ir a trabajar sentí una mirada así que volteo a ver a todos lados pero no encontré nada, ni un rastro de que alguien estuviera siguiendome, fue muy extraño pero decidí ignorarlo aunque estuve con esa sensación hasta que llegue a casa, luego me cambié y me dirigí al trabajo como todos los días y nuevamente esa sensación se apoderó de mi pero le daba los créditos a mi paranoia

Cuando estuve en la cafetería ví que eran las tres en punto de la tarde y mire la puerta viendo entrar a aquel hombre que desde aquel incidente llegaba todos los días me acerque con la libreta

-Buenas tardes, que le sirvo?

+Ya sabes lo que pediré

-De acuerdo

Volví a tomar el mismo pedido de siempre una vez estuvo listo se lo lleve a la mesa

-Buen provecho

No me respondió y empezó a comer termino y se fue, luego de algunas horas ya eran las cinco de la tarde así que era hora de cerrar y lo mejor es que era viernes así que era día de paga, recibí mi paga y camine a casa pero esa sensación de ser observada volvió a mi una vez más, con los nervios a flor de piel llegué a casa y cerré la puerta con seguro al igual que me asegure que todas las ventanas estuvieran bien cerradas pues prefería prevenir, una nunca sabe lo que hay allí afuera, una vez echo esto decidí que era hora de cenar así que me dispuse a hacer mi comida

Corte algunas verduras algo de carne y fideos haciendo una sopa y arroz con pollo y ensalada

Cuando termine de comer, entre a la ducha y me dispuse a dormir, así que me coloque el camisón y me metí en la cama empezé a cerrar los ojos con lentitud hasta quedarme dormida

Me desperté a mitad de la noche por qué me sentí observada, encendí la luz y revise mi habitación pero no había nada y todo estaba bien cerrado así que le di el crédito a mi paranoia otra vez, fui al baño y luego me volví a dormir

DESTROZOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora