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Este capítulo contiene:
༶+18༶
༶S༶u༶i༶c༶i༶d༶i༶o༶

Conocías a Tachibana desde hace años, lo conociste en aquel antro en el que de casualidad entraste, lo seduciste y te convertiste en su delito, se enamoraron perdidamente el uno del otro, eran capaces de acabar su vida por el otro, el y tú eran de mundos diferentes, el un oficial de policía entregado a su trabajo, y tú, una delincuente de las mafias más grandes de Japón.

Una noche, te encontrabas haciendo un trabajo, tu jefe, te pidió matar a una piedra en su camino, eras una de las mejores sicarias dentro del mundo de la mafia, y por ese mismo hecho, trabajabas con el, uno de los más grandes traficantes de armas de Japón, ganabas mucho dinero y te llenas la vida de lujos, pero al costo de perder la libertad total, te aterraba ir a la cárcel, dicho miedo te hizo buena ocultándote.

Saliste de aquel departamento después de limpiar tu trabajo, pasaste por la vacia recepción, pediste tu auto y conduciste hasta tu departamento, ibas pensando en que hacer esa noche, aún tenías energía para hacer algo, no sabías que, seguiste conduciendo,por lógica, merodeando para perder a cualquiera que te siguiera, el ambiente era un poco frío, admirabas las luces de Shibuya y llegaste a tu edificio, pasaste por la entrada saludando al guardia, subiste el elevador, pero de pronto, venían flashbacks sobre tu amor, tachibana cruzaba tu cabeza de vez en cuando, pensabas en sus besos humedos, el sabor de sus labios, sus caricias, sus dientes marcando tu piel, sus detalles y delicadezas.

-¿Y si lo llamo?

Pensaste con una sonrisa en el rostro, hace mucho que no lo veías, el trabajo los tenía distanciados, y muy a menudo salías de viaje, verse era algo difícil para ambos.

Pronto retiraste esos pensamientos de tu cabeza cuando llegaste a tu piso, entraste a tu departamento, se sentía frío, cerraste la puerta detrás de ti y prendiste las luces, colgaste tus llaves y tú chaqueta, te quitaste los zapatos lo más pronto que pudiste, estabas agotada, fuiste a la cocina y te serviste un gran vaso de agua, bebiste

-Ahhh que rico, me estaba muriendo de sed

Pronto, escuchaste un trueno, viste una ráfaga de luz por la gran ventana del departamento, se fue la luz y comenzó a llover, escuchaste el cascabel de tu gato y se dirigió hacia ti

-Hola pequeño, tienes hambre?

Decías mientras encendias una vela, enseguida bajaste a acariciarlo, un gato de pelo rojizo y esponjoso era, con unos lindos ojos verdes

Abriste la alacena y sacaste su comida, le serviste un poco de agua y le diste de comer, enseguida, te derigiste a tu habitación, la cuál también se sentía fría, los flashbacks volvían.

-Basta carajo, ni siquiera sé si está libre.

Pensaste en voz alta mientras te comenzabas a quitar la ropa para cambiarte y ponerte algo cómodo, enseguida sonó tu celular

-Bueno?-

_-T/n? Estás en casa?-

Era Naoto, tus ojos se iluminaron y te sentaste a los pies de la cama mientras te colocabas la pijama

-Si cariño, soy yo, estoy en casa-

Dijiste entusiasmada mientras te tirabas a la cama escuchando a Nao

𝑶𝑵𝑬 𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 𝑻𝑶𝑲𝒀𝑶 𝑹𝑬𝑽𝑬𝑵𝑮𝑬𝑹𝑺 +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora