Prólogo

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Alguna vez han visto una botella de vidrio romperse y en cámara lenta van viendo los pedazos caerse. Bueno eso acaba de pasar con mi corazón, lo acaban de destrozar, sin compasión.

No se como es que llegue a pensar tan bien de el, no debí de haber confiado en el. Me arrepiento de haberle preguntado, ya no quiero saber más, este sentimiento es tan doloroso, mis ojos comenzaron a llorar ante aquella escena, mi cabeza la sigue pasando y pasando, como una película e involuntariamente le ponen retroceso y play en la misma escena.
No quiero ser débil pero esto no era lo que yo creí, mi cabeza retumba, intento dormirme pero el dolor no me deja. Eran las 5 de la mañana y seguía siento el dolor en mi cabeza, pero ahora en todo mi cuerpo.
Así es como empecé otra bella mañana con los ojos irritados, ojeras debajo de los ojos, y mi pelo, ni que decir.
No pude poner un solo pie fuera de la cama, me sentía completamente rendida, no pensaba salir hoy ni en varios días...

La memoria de AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora