La memoria de Ana

Capitulo "5" \>∆</

-Lane

Estaba sentada en la parada del autobús, revisando la mochila que me dio Cat, llevaba mis papeles... Y aparte estaban los documentos que me dio Taylor, vaya como pude haber olvidado ese detalle.

Los observe por un momento pero agh, no tenía ganas de leer algo ahora.

Continúe buscando en la mochila y me tope con un celular negro,y creó que los billetes con diseño de árboles en ellos era dinero de ¿Belment? o sólo eran papelitos,bueno lo averiguaría despues, así que seguí revisando,mmm a ver una chamarra verde con un gorro, un suéter azul tejido, pantalones y camisas, más al fondo había... un diario con varios tonos de azul y en medio una pluma negra, al costado tenía un broche que al parecer no podré abrir y atrás había una nota pegada pero todo, mi diario, los papeles y la nota tendré que leerlas cuando logre llegar a la casa de mi tía y eso si es que no me pierdo.

Alce la vista y enfrente del hospital esta el bosque que tantas veces observe, los árboles eran hermosos, verdes y el olor a madera era espectacular, el ambiente es fresco y no había mucho sol, pero lo suficiente para calentar el cuerpo. Todo en Belment parecía frondoso, pero se podían ver grandes casas y centros comerciales. Era como una ciudad moderna pero con muchos árboles y paisajes hermosos.

Llegó el autobús y seguía con la duda de el dinero aquí, así que saque los papelitos.

--Disculpe, esto -le mostré uno de los papelitos- ¿es el dinero de aqui?- La mirada del señor era sería y calmada, vio lo que tenía en la mano.

--Eh, si, aquí se le llaman Bellys, y el que traes vale 100 Bellys. -Dijo el conductor sereno, pero comenzaba a formar una pequeña sonrisa melancólica, como si no fuera la primera vez que le preguntaban lo mismo.

--Gracias, y ¿cuanto es del pasaje?

--Sólo necesitas 5 Bellys- Mire de nuevo mi bolsillo para ver cuantos supuestos billetes de Bellys traía. Uno, dos, tres, cinco, ocho, catorce, dieciocho... ¿Treinta billetes iguales? Ugh no traigo ninguno de 5 Bellys.

Mierda....

-Ehh y no tiene cambio, ¿o si?- Me miró por cinco segundos y luego soltó un suspiro.

-Si, bueno ya sube al autobús, que si no te dejó. - Me sonrió el señor, así que le devolví el gesto y subí.

Cuando me dio el cambio, vi que el autobús no estaba tan lleno, había unas cuantas personas, así que aproveche para ir hasta el fondo.

Me recargue y como podía ver fuera del camión, aquel paisaje verdoso, para no aburrirme en el trayecto, pero no se comparaba al infierno dentro de esa habitación blanca.

Después de media hora aún no llegaba, así que volvía a sacar la dirección. Estaba en la calle Tails, pero como no tengo la más remota idea donde esta, preguntaré.

Volteo a ver a mi lado izquierdo, y ahí estaba una chava como de unos 20 años, y parecía amigable, de rasgos finos, su cabello es castaño, lo tenia peinado en una trenza, sus ojos avellana eran hermosos, tenia ropa casual, sentía como si la hubiera visto antes , así que me acerque.

-Disculpa, ¿me podrias decir cuanto falta para llegar a la calle Tails? Soy nueva en la zona.- Le sonrei. Que se viera que soy agradable.

Eso crees tu.

Claro que no, soy encantadora. Tu sólo una conciencia amargada.

Como tu digas...

-Claro, mira sólo faltan dos esquinas más y llegaras, no te preocupes si no encuentras el nombre, cada calle tiene un símbolo que la representa, en este caso, hay un cartel con un zorro y su cola enfrente de el.- Dijo finalmente con una sonrisa.