Capitulo 2

96 3 0
                                    


-Otro día con mas calma

El ojiverde, corrió hacia la puerta y la abrió muy brusco, que hasta me hizo brincar un poco. Tenía unas ojeras terribles, creo que paso una mala noche.

-Eh tu, ¿no deberías estar en la cama?, en la condición en la que estas deberías descansar un poco más- Decía pero quien lo necesita más es el- ve a la cama, o es que acaso ya no te duele?- Dijo un poco serio y preocupado. No se por que pero siento que lo debería recordar al menos, digo, esta hecho un asco, por haberse preocupado por mi, creo que por lo menos, tendría que estar agradecida?... Claro por lo sumamente guapo que es y lo sexy tambien, creo que un poco de esfuerzo no haría mal. Aunque ese pequeño esfuerzo va a doler y mucho, y con el dolor que llevo ahorita.... Mejor no, otro día con mas calma.

-No- dije aunque era una pequeña mentira, no iba a hacer mal, además de que no pienso parecer débil ante este ojiverde, que sigo sin saber su nombre.-¿Quien eres tu y por que estas aquí?- pregunto un poco fría y curiosa por saber su respuesta.
Sus ojos se veían serios pero creo que también era preocupación y ¿decepcion? y al fin dijo -Taylor, Taylor Mallers- se quedo en silencio un momento y dijo como en un susurro- no... ¿En serio no recuerdas?¿No recuerdas nada?
Me preocupaba el no saber de que hablaba -¿Recordar que?
Bajo la mirada a mis pies y soltó un suspiro creo yo de cansancio o tal vez era de preocupación, quien sabe pero no se veía muy feliz.

-Si es algo importante, lo siento pero no creo poder recordarlo, tampoco recuerdo mi nombre, digo solo se que es Ana pero mi apellido o de donde soy, mas bien mi existencia, misma no se nada de ellas, solo.... no, nada más aparte de Ana-No le iba a decir del borroso accidente pero por lo que dije hizo sentir un pequeño cosquilleo en el corazón por el saber que mi vida, ahora no es más que un simple nombre. Mi familia, amigos, conocidos, tal vez novio o enemigas, ni los recordaba ni sabia nada de ellos.

La desesperación empezó a hacerme sudar y ver borroso, y por la forma en que me vio el ojiverde que parecía que había visto un fantasma, supe que estaba un poco mal...
-Ana, ¿estas bien?, ¿que te pasa?Ana!!-Fue ahí que se empezó a volver todo borroso, de nuevo, pero esta vez no quería perder mi memoria, no ahora que sabia su nombre, pero a pesar de mi lucha por no perder el conocimiento no funciono, escuche la voz de Taylor decir mi nombre por ultima vez antes de desmayarme.

-----------------------------------------------------------

Desperté en sudor, y me senté en la cama blanca y bien tendida, verifique que aun tenia mis recuerdos del día de ayer y que ya era de día por lo visto.

Y eh aquí de nuevo, en la misma habitación, con los mismo cables conectados a la piel provocandome tentación por quitarlos, con el mismo color blanco en las paredes que lastimaban mis ojos, y la misma bata. Era mi segundo día en este hospital y ya me empezaba a dar un pequeño presentimiento de que nunca me gustaron los hospitales.Paso lo mismo que el otro día pasaron las enfermeras medicación, blablabla y después de que se salieron me pare a ver si esta Taylor, pero esta vez con emoción.... Espera ¿emocion? ¿Yo? ¿Por saber si estaba el ahí? Jajaja que me estaba pasando, bueno, tal vez así era anteriormente...

Me asome y una oleada de miedo llego a mi, al ver dos luces acercando rápidamente a mi, sentí como mis ojos se dilataban por aquella intensa luz y comencé a temblar, pero de un momento a otro, lo que parecía que me iba a atropellar como en aquel vago recuerdo tormentoso, desapareció y me quede desconcertada, al parecer fue una ilusión o eso es lo que creía.

La charola que traía Taylor en sus manos, digo la enfermera, dios no se por que esperaba tanto que fuera Taylor apenas lo conocí ayer, no forzosamente tenia que ser alguien cercano a mi de mi pasado como yo creía. Supongo que es mejor así, nunca le gustare a un ojiverde así de guapo, mas bien nunca se fijaría en mi.
La enfermera de nuevo me trajo medicinas pero esta vez eran de otro tipo, según ella, son para el estrés, aunque yo no pensara así acerca de eso, lo acepte educadamente.
Y así paso mi día en el hospital, sin ver a Taylor pasar por mi habitación, tal vez nunca lo volvería a ver.

La memoria de AnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora