ᴍʏ ꜱᴏᴜʟᴍᴀᴛᴇ (ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ) ᴋɴᴊ

𝑰'𝒎 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝑨𝒍𝒑𝒉𝒂

Kim Namjoon era un alfa bastante reconocido a nivel nacional e internacional, era el único heredero de la fortuna de los Kim y por ende su popularidad estaba por lo cielos. Muchos pensarían que lo que él poseía era debido al renombre de su poderosa familia pero no, él había creado su propio imperio y aquella herencia familiar tan solo había sido  una pequeña mancha a comparación de lo que él había logrado por méritos propios.

A pesar de ser un hombre con grandes riquezas, Namjoon siempre se había mostrado humilde, nunca se creyó superior a nadie y ayudó a quienes en verdad le necesitaban, aunque muchas veces se intentaran sacar provecho de ello.

-Veo que sigues aquí- fue lo primero que dije al cruzar la puerta y verle sentado en su escritorio.

-Sí, sigo aquí- suspiró sin dejar de revisar un par de documentos.

-Ya debería estar en casa señor Kim- señalé -No es muy buena idea que trabaje tanto y descanse tan poco-

-Lo sé, mi esposa siempre me lo repite- señaló mirándome -Pero no sería capaz de dejar mi lugar de trabajo hasta que la mujer que amo termine el suyo y me acompañe a casa-

-Te dije que hoy saldría un poco tarde- murmuré acercándome a él cuando palmeó sus piernas -El equipo de publicidad está teniendo problemas, empresas como Gucci y Chanel están presentando grandes demandas por solo utilizar sus nombres como referencia-

-Mi amor, ¿qué fue lo que te dije? No debes preocuparte por Chanel o Gucci, déjame eso a mi- intentó calmarme mientras dejaba un casto beso en mi mejilla.

-Lo sé pero sabes cuán exigente puedo llegar a ser conmigo misma y mi trabajo- suspiré.

-No quiero saber más sobre eso, vayamos a casa- pidió y yo solo le abracé.

[...]

Desde el descubrimiento de los cambiaforma las cosas cambiaron, se estipularon nuevas leyes y tuvimos que adaptarnos a costumbres por parte de ambos, seguían existiendo los predestinados o mates pero en la actualidad eran pocos los que lograban encontrar su otra mitad lobo, ya sea porque habían muerto o porque simplemente no les llamaba la atención seguir las absurdas reglas de una diosa de existencia dudosa.

Ese era el caso de Namjoon y yo.

Mientras Namjoon era un alfa dominante, yo era una simple humana. No una omega, alfa o beta, una simple humana y me asustaba porque aunque Namjoon dijera no querer prestar atención a aquellas cosas, yo sabía que en cualquier momento podría aparecer su mate y yo me iría al carajo.

-¿En qué piensas tanto?- su voz somnolienta llegó a mi oído y su brazo desnudo se reafirmó en mi cintura.

-Son solo tonterías...-

-Dejan de ser tonterías si te preocupan- dijo -Venga, cuéntale a tu alfa qué es lo que te agobia, prometo escuchar atentamente- pidió y no pude reprimir aquella sonrisa amarga.

-Mi alfa... nunca me ha gustado llamarte de esa forma- murmuré -Es un recordatorio constante de que no soy uno de ustedes y de que en algún momento puedas encontrar a tu predestinada-

-Amor, ya te he dicho que no creo en esa cosa tan absurda- bufó.

-El que no creas no la hace menos real- interrumpí -No tengo una aseguranza de que puedas quedarte conmigo durante toda la vida-

-¿No lo es acaso nuestro matrimonio?- preguntó colocándose frente a mi y tomando mi rostro -Quiero que te quede claro algo- dijo -A quien amo es a ti, con quien quiero pasar el resto de mi vida es contigo, incluso... quiero tener hijos contigo-

-Tengo miedo de perderte- murmuré sintiendo mis ojos picar -Sé que me amas, confío en ti pero Nam, esta parte que habita dentro de ti- coloqué mi mano en el centro de su desnudo pecho -Esta parte animal, esta parte lobuna que habita dentro de ti no la puedes controlar o por lo menos no en ese aspecto, es algo de naturaleza-

-Mi lobo te ama- tomó mi mano entre las suyas -Mi lobo te ha escogido a ti como mi mate, ¿por qué crees que deja que lo mires y toques cuando cambio? Él al igual que yo confía en ti y te ama, te hemos aceptado desde el momento que supimos que estábamos enamorados de ti- mencionó bajo -Por favor, deja de pensar en que nos alejaremos... en que te dejaré por alguien más- su frente se pegó a la mía y ni el mismísimo aire se podía colar entre nuestros cuerpos.

-¿Lo prometes?- pregunté.

-Lo prometo, te amo- respondió en un murmullo antes de tomar mi boca con la suya.

[...]

Me dirigía hacia la oficina de mi hombre, por fin había llegado la hora del almuerzo y me moría por pasar tiempo con él pero el disturbio que se escuchaba desde afuera hizo que mi pulso se acelerara.

-¿Qué es lo que sucede ahí dentro?- pregunté al joven que era secretario de Namjoon.

-N-no lo sé, el señor Kim estaba atendiendo a unos inversionistas de China y de la nada comenzó a gruñir. No me he atrevido a entrar-

-Ugh, ¿qué es esa peste?- preguntó YooNa llegando al lugar.

-¿A qué te refieres?-

-El aroma de Namjoon está esparcido por todo el lugar, apesta a alfa en celo- respondió ignorando mi condición.

-Eso no...- habló el joven.

-Lo siento, no puedo seguir esperando- le interrumpí y me dispuse a abrir aquella puerta. Lo que vi me dejó sin aliento y con una opresión en el pecho.

-¡TÚ NO ERES MI OMEGA, ALÉJATE DE MI!- Un nuevo gruñido resonó, Namjoon estaba fuera de sí, sus ojos habían dejado su característico color gris para tornarse dorados. 

-A-alfa... por favor ayúdame- Un lastimero sollozo se dejó escuchar y mi atención se dirigió a ese sonido. En una de las esquinas de la oficina estaba una mujer omega siendo sostenido por un par de betas, intentaba liberarse y llegar hasta Namjoon.

-¿Namjoon?- llamé más no tuve respuesta. Llevando la mano a la altura de mi corazón y suspirando nuevamente volví a llamar -¿Alfa?- mencioné y sus ojos me buscaron con desespero.

-Mi omega...- Murmuró y entre sorprendida e impresionada decidí seguir con aquello.

-Soy yo alfa, ven, te llevaré a casa- dije igual de suave que antes, extendiendo mi mano hacia él.

-¡Es una asquerosa humana! ¡Ella no es tu omega, yo lo soy! ¡Soy tu mate!- gritó en desespero aquella mujer de cabello largo.

-¡SILENCIO! TÚ NO ERES NADIE, NO CREAS QUE NO ME DI CUENTA DE LA DROGA EN MI BEBIDA- Habló el alfa -Quizás mi humano sea algo despistado pero yo no estúpida omega-

-¿Alfa? ¿De qué hablas?- pregunté y me miró con aquellos ojos dorados.

-Vayamos a casa y saquen a esta estúpida omega de aquí, su olor me causa nauseas- fue lo único que dijo Namjoon -o su lobo- antes de tomarme por la cintura y abrazarme a su cuerpo. -Duerme amor mío, necesitarás fuerzas- Pidió y solo bastó que mi nariz se acercara a su cuello para caer en un profundo sueño.