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Yuta no se sorprendió al aparcar frente a la plaza del barrio donde vivía Mark, en uno de los distritos al sur de la ciudad

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Yuta no se sorprendió al aparcar frente a la plaza del barrio donde vivía Mark, en uno de los distritos al sur de la ciudad. Más se sorprendió el no haber pensado que su amigo se podría encontrar acá.

Bajó del auto cerrándolo con un clic y subiéndose el cierre de su sudadera, guardando las llaves en su bolsillo junto a su teléfono. Pasándose una mano por el cabello naranja, caminó hacia la plaza poco concurrida, en busca de una cabellera blanca entre las bancas.

No le tardó demasiado, la plaza no era grande y Minhyun destacaba por ser pequeñito y de cabello teñido, no le costó nada encontrarlo dándole la espalda en una de las bancas.

Yuta se quedó un par de pasos detrás, sin decir nada, empujando la punta de su lengua contra su mejilla mientras intentaba darse fuerzas. Quería darse vuelta y huir a los brazos de Taeyong en este momento, y sabía que sonaba cobarde, pero el japonés realmente evitaba este tipo de situaciones cuando intuía que saldrían mal o lo acorralarían a una situación incómoda, y eso era lo que más evitaba en el mundo. Por tal razón ahora mismo estaba pensando seriamente en llamar a Taeyong ir a buscarle y fundirse en sus brazos porque se sentía cómodo y en casa.

Negó con la cabeza, y suspirando, se acercó los cortos pasos que le separaban de Mark, cruzando por un costado de la banca y llamándo la atención del menor antes de desplomarse en un extremo, sin mirarle.

Ambos se sumieron en un silencio totalmente incómodo, Yuta no había volteado a ver al canadiense, pero le pudo ver sobresaltandose con su llegada y escaneándole de pies a cabeza mientras él no tenía la valentía para girarse hacia Minhyun.

Más sin embargo, el menor no le dijo nada, esas pestañas largas del peliblanco no se escapaban de su figura, como a la espera de que dijera algo, y Yuta esperaba lo mismo, aunque dándose cuenta ahora, era ridículo esperar algo de Mark cuando fue mismo que pidió verlo, y que en realidad Mark debía estar esperando por él y lo que sea que fuese a decir.

"Sé que te gusto", soltó sin más, sorprendiendose a si mismo y al
menor a la vez, quien se quedó en
blanco y palideció.

Yuta no volteó a verlo, tragando saliva al notar que Mark estaba más tieso que una roca. No podía hacerle frente a una situación así porque no estaba preparado y no podía ver mal al canadiense. Pero este se quedó en silencio por al menos dos minutos, haciendo sudar aún más las manos de Yuta.

"Fue Johnny, ¿cierto?", susurró el mayor, con voz estable, él japonés solo asintió.

Abrió los ojos con espanto cuando Minhyun se levantó de golpe de la banca hecho una furia.

"Ese maldito imbécil", masculló, comenzando a caminar con el rostro volviéndose rojo de la ira. Y él mayor se levantó entre confundido y asustado por su amigo, "iMe las va a pagar! iSeo Youngho hijo de puta, de mi no te escapas!", comenzó a gritar, con las manos apretadas en puños.

KINDERGARTEN BOY [YUTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora