Capítulo Treinta y Cuatro Pt. 1

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"Estoy tan harta de estar embarazada" gruñe Claire frotándose el estómago mientras termina de experimentar una ronda de Braxton Hicks

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"Estoy tan harta de estar embarazada" gruñe Claire frotándose el estómago mientras termina de experimentar una ronda de Braxton Hicks.

"¿Qué puedo hacer para que se sienta mejor?" Klaus pregunta queriendo hacerla sentir mejor. Ella recuesta la cabeza contra el sofá y lo mira con pereza.

"Mataría por un masaje en los pies", murmura. Él sonríe y besa su cabeza.

"No es necesario, estoy a tu disposición" dice Klaus moviéndose frente a ella. Se sienta en la mesa y levanta sus pies sobre su regazo. Ella suspira y se relaja aún más cuando sus manos comienzan a frotar el dolor.

"Todos vais a querer bromear, ¿no es así?" Claire gime. "¿Sabes lo incómoda que me siento ahora mismo?" Pregunta Claire.

Klaus la escucha atentamente sabiendo que necesitaba desahogarse y sabía que si él no la escuchaba de todo corazón, ella lo sabría y tendría su cabeza en una bandeja.

"Tengo a un bebé de 3 libras pensando que mi útero es un puto trampolín" Klaus hace una mueca de dolor sin ni siquiera querer imaginarlo. "Tengo suerte de que incluso puedo sentir mis pies", gruñe. "Mis senos se sienten como un grifo que gotea. Mi espalda se siente como si se estuviera partiendo por la mitad. No puedo caminar diez pasos sin sentirme completamente sin aliento. ¿Sabes lo cansado que es ir al baño diez veces al día cuando apenas puedes caminar? Ni siquiera me hagas hablar de la puta acidez de estómago y estos putos Braxton Hicks."

"Cariño, el-"

"Si terminas esa oración con 'lado positivo', encontraré una daga que funcione en ti y te la clavaré en el corazón", gruñe Claire.

"Bueno, te ves hermosa-"

"No digas 'hermosa'", espetó Claire. "Me siento repugnante". Ella refunfuña.

"¿Es este uno de los días en los que simplemente sonrío y hago lo que me dicen en silencio?" Klaus pregunta con una pequeña sonrisa.

"Te tomó el tiempo suficiente para darte cuenta", refunfuña. Él se ríe levemente y le envía un mensaje a su cría. "Estoy siendo una perra, ¿no es así?".

"Está bien amor", le asegura. "Después de todo lo que ha estado sucediendo y todos los cambios por los que estás pasando, creo que te has ganado el derecho a estar un poco malhumorada", la complementa.

"No crees que estoy gorda, ¿verdad?" Claire pregunta con un pequeño ceño fruncido. Klaus se tensa al sentir la trampa. "Estás dudando" dice Claire y Klaus se siente un poco asustado.

"Claro que estás gorda", dice Caroline entrando. "Tienes un ser humano creciendo dentro de ti, pero déjame decirte, estás radiante. Definitivamente estás logrando esa apariencia de embarazo", dice Caroline guiñando un ojo. Claire sonríe sintiendo que su estado de ánimo se aligera.

"Gracias", le dice Klaus a Caroline. Caroline pone los ojos en blanco, se ríe, niega con la cabeza y se va.

"No sé cómo voy a pasar el resto de estas semanas", murmura Claire.

Reina De ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora