•Chapter I•

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La primera vez que Jungkook le echó el ojo al mesero del bar privado, fue después de terminar con su última pareja estable. Había ido a beber porque habían terminado de mala manera y necesitaba un respiro de todo aquello.

El rubio solo fue el bálsamo con aroma a cítricos que él necesitaba, una brisa dulce que deleitó sus sentidos mientras lo veía acercarse a su mesa.

Dios, no lo había notado. El omega traía un escurridizo vestido de seda negra, en conjunto con unos tacones altos de encanto. Quedó embelesado por la belleza del chico.

"Bienvenido al Club Black Swan señor Jeon. Me llamó Taehyung y seré su mesero esta noche" Habló con voz suave y cálida el chico. No aparentaba más de veintidós años, un aura juvenil lo envolvía y lo hacía relucir como una joya.

Una joya preciosa que Jungkook podía apreciar en todo su esplendor. Escaneó a Taehyung con sutileza antes de encontrar sus ojos. Profundos y oscuros, grandes con mirada juguetona, hasta un poco inocente, con largas pestañas que los enmarcaban.

Precioso.

"Un placer Taehyung" contestó, mirando al rubio a los ojos, podía sentir a su lobo alfa entusiasmado con la presencia del mesero. "Me gustaría beber un vaso de whisky" vio al chico anotar en la libreta pequeña que traía. "¿Tú trabajas todos los días aquí?" Preguntó, genuinamente interesado por el omega.

"Quizás no debería decir esto, pero no, hay algunos días que trabajo en otro lugar más...en otro lugar" cortó, quizás el alfa se sentiría incómodo o disgustado si nombraba su otro lugar de trabajo. Y era tan guapo e interesante para su omega que no podía dejar de observarlo y deleitarse con su voz ronca con acento costero.

"Ya veo...me genera una curiosidad inevitable Taehyung, quizás te encuentre en tu otro trabajo algún día" comentó, el omega parecía tímido esta vez, le gustaba ver que poseía varias facetas.

"Quizás...traeré su whisky de inmediato entonces, señor Jeon" dijo el omega, girandose para dirigirse al bar, lejos de la vista del alfa. Preparó la bebida con la mejillas sonrojadas, su aroma a naranja dulce estaba más fuerte.

Jimin, otro mesero del club, se le acercó.

"Taehyungie, fuiste a atender a ese alfa y estás soltando feromonas dulces por todo el club. ¿Todo bien?" Preguntó en un susurro discreto con una sonrisa pícara.

"Todo bien, quizás me gusta más de lo debido a mi y a mi omega, pero podré controlarlo" le dijo, haciendo referencia al pelinegro mientras ponía el licor en una bandeja plateada.

"Si es así, encárgate de conquistarlo, parece bueno para el negocio" La chaqueta Armani que traía el hombre lo demostraba.

"Lo haré" prometió guiñandole un ojo al beta antes de ir a la mesa del alfa. Podía sentir los ojos de él sobre su cuerpo como él los tenía en el suyo.

Y dios, su aroma a menta lo tenía enloquecido, pero no dejaría que eso lo dominara. No iba a entregarse en bandeja de plata, aunque fuera el alfa perfecto.

Para nadie era un secreto que el omega era algo...caprichoso.

"Aquí tiene señor Jeon, disfrute su bebida" le dijo al azabache, dejando su bebida frente a él. "¿Desea algo más?" Preguntó, mirándolo detenidamente, incluso inclinándose un poco sobre la mesa, dejando sus curvas en despliegue frente a Jungkook.

Pudo sentir el aroma a menta intensificarse a su alrededor.

"¿Te dejarían quedarte aquí conmigo?" El castaño negó con una ligera sonrisa discreta. No debía atender más mesas que la que se le había asignado, solo quería iniciar un juego de tira y afloja que le divertía en demasía.

Pero tuvo una mejor idea. Se inclinó lo suficientemente cerca del alfa como para poder susurrar en su oído.

"Sea el último cliente de la noche en irse, yo suelo cerrar el local antes de ir a mi siguiente trabajo" susurró en el oído del alfa con voz dulce. "Y estaremos solos, tú y yo" terminó. Sus caras quedaron a centímetros cuando al alfa se giró para tenerlo de frente.

Sus ojos se encontraron y sus pupilas se dilataron de deseo palpable cuando Jungkook se acercó hasta su cuello, rozando su nariz casi imperceptiblemente en el, antes de susurrar en respuesta.

"Te espero aquí, dulzura" se separó dando una caricia en la mejilla del omega con delicadeza. Una que el disfrutó demasiado.

Los minutos pasaron entre coqueteos discretos entre ambos, miradas intensas y rastros de aromas intesificandose a medida que el deseo e interés de ambos por el otro se profundizaba.

Cerca de las doce de la noche, la gente comenzó a abandonar el club para buscar diversión en otros lados menos sofisticados y a las una de la madrugada, Taehyung se estaba despidió de los empleados en la puerta del establecimiento.

Quedando a solas con aquel aroma a menta que tanto le gustaba.

Se acercó a la única mesa que tenía una luz tenue sobre ella con una repentina oleada de tímidez, sus tacones resonaron sobre el piso de madera oscura.

"¿Te han dicho que caminas como un auténtico modelo?" Le dijo el pelinegro una vez Taehyung llegó a su mesa, siguiendo cada uno de sus movimientos.

El rubio se inclinó hacia adelante sobre la mesa, dejando su cadera alzada. Miró a Jungkook con curiosidad coqueta, con sus ojos enormes mostrando todo su encanto.

"Pues este modelo vino a buscar su último pago del día señor Jeon. ¿Me darás mi dinero?" Preguntó tocando, de forma juguetona, la corbata oscura que traía el mayor.

"Te daría mucho más que eso si lo deseas, omega"  respondió. Taehyung sintió como acercaba una mano a su rostro y daba una caricia justo sobre su pómulo, para luego dirigirla a su nuca sin previo aviso.

"Pues demelo todo, señor Jeon" pidió.

Y Jungkook lo acercó lo suficiente para que sus frentes estuvieran juntas y compartieran el mismo aire.

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•Venus•

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