¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA CAMIONETA NARANJA DESPINTADA APARCÓ EN EL ESTACIONAMIENTO DEL COLEGIO, logrando llamar la atención de todos los que se encontraban cerca. Y con razón, si todos se conocían en ese pequeño pueblo. Una persona nueva era la sensación, era la noticia del mes. ¡Qué digo del mes, era la noticia del año!
La castaña dentro de la camioneta tomó una bocanada de aire y bajó, mostrándose así ante los ojos curiosos de los demás alumnos. Paliducha, de una estatura media, castaña y de ojos cafés, con dos bolsas debajo de estos como si no hubiera dormido en toda su vida. Esa era Isabella Swan, la chica de la que tanto hablaban.
── Lindo auto. ── Le dijo Tyler Crowley.
── Gracias. ── Susurró, sin percatarse de la broma implícita en ese comentario. La castaña siguió su camino hacia el interior del establecimiento, donde se le acercó un chico asiático.
── Tu debes ser Isabella Swan, la chica nueva. Hola, soy Eric, los ojos y oídos de este lugar, cualquier cosa que necesites, un guía, una cita, con quien llorar…
── Em, bueno en realidad soy más de las que sufren en silencio...── Aclaró en un tono bajo.
Eric asintió suavemente, como no queriendo perturbar demasiado a la chica, se notaba que se sentía fuera de lugar. Aún así, él quería esa portada. ── Será un gran reportaje, escribo en el periódico y saldrán en la primera plana.
La castaña se alarmó. ── Oh, no. N-no, por favor, no vayas a hacer eso…
El chico negó con la cabeza. ── No, no. Tranquila, no habrá reportaje. ── Le sonrió. Ella le devolvió la sonrisa.
── Ok, gracias.
── ¿Qué clase te toca ahora?
── Em...── Desenvolvió la hoja ya arrugada, por haber estado en su bolsillo trasero todo el tiempo y se fijó que materia tenía ese día. ── Gimnasia.
Eric aplaudió una sola vez. ── ¡Bien! Puedo guiarte a la cancha, ven.
Al asiático comenzar a caminar, a Bella no le quedó de otra más que seguirlo. Caminaron hasta pasando los pasillos más concurridos, donde todos se le quedaron viendo y Bella intentó no prestar atención a los susurros para nada discretos. Cuando finalmente llegaron a las dos grandes puertas ella pudo suspirar, liberando todo el aire que había en sus pulmones. Nunca antes había pasado por tantos nervios, ser la nueva nunca estuvo ni estará en sus planes. Nunca más.
Vio como Eric le habría la puerta. Ella caminó hasta estar dentro del lugar, más el chico se quedó en el marco de la puerta, aún reteniendo esta misma.
