Capitulo 16

26 4 33
                                    


~ Lisa ~

Recapitulando mi semana.

Desde el Lunes que estoy aquí encerrada en casa.

El miércoles vinieron mis amigos aquí  y mamá se entero de que lo son.

El jueves me saco del sótano, no me miro, me ignoro, solo abrió la puerta y se fue.

Ese día me bañe, las cortadas dolían, mi cuerpo dolía por la posición en la que dormí, mi panza dolía por no haber comido, pero lo bueno es que en la noche me dejo cenar y me dejo benditas para mis heridas. Que por cierto, me hice una pequeña en la cabeza al intentar caminar en la oscuridad del sótano.

Esa noche logré dormir un poco, las pesadillas no volvieron y es curioso porque ese día fue cuando volví a tomar esas pastillas desde el día en el que Conan las tiro a la basura.

Y cada vez que las tomo me siento, extraña.

Entonces esa mañana del viernes, me arreglé como siempre, claro esta vez con un abrigo para que nadie viera como rasque mis brazos con las uñas hasta que salió un poco de sangre,lo hice porque empecé a sentirme asfixiada en ese lugar, desesperada.

Me vi al espejo, estaba pálida y con ojeras, labios resecos y con la mirada perdida, fue la única vez en mi vida que use un poco de maquillaje para disimularlo un poco, lo use solo para los labios, tapar las ojeras y para que no notaran la cortada en mi frente, el resto no me importo mucho.

Al llegar a la escuela me sentía adolorida, peor fue al ver la cara de amenaza de mamá, salí del coche y avancé hasta llegar a la gigante puerta para entrar a la escuela.

Respire hondo intentando calmarme, sentía los ojos de mamá en mi todavía, empeoró cuando vi que Lia, Alex y Emma se acercaban a mi con una sonrisa.

Esa sonrisa cambio a una mueca de preocupación al verme, siguieron avanzando, antes de que llegaran a donde estoy, los esquive y comencé a trotar lejos de ellos.

Estaba por los pasillos intentando perderme entre la gente, mientras oía que Alex me llamaba, se escuchaba desesperado y eso solo me hizo sentir peor.

Al final del pasillo me escondí en una esquina y solo hasta ver que los tres siguieron avanzando pude respirar tranquila.

Spoiler: la tranquilidad no duró mucho.

Sentí como me jalaron del brazo y comenzó a caminar hacia el lado contrario de donde se fueron mis amigos.

Sentí miedo al recordar las manos de mamá en mi brazo y como me llevo hacia ese lugar.

Intente que me soltara pero fue en vano, la persona no se detuvo hasta entrar en un salón, cerrar la puerta con llave y acorralarme en una esquina.

Cerré los ojos, esperando sentir el dolor, el cuchillo en mis rodillas, pero, no fue así.

Acariciaron mi mejilla con suavidad y ternura, abrí los ojos lentamente aun temblando pero fue peor al ver a la persona que estaba en frente de mi, a pocos centímetros de mi cara.

Adal

No se dio cuenta de que lo miraba con los ojos abiertos sorprendida, pues él estaba muy ocupado repasando con la mirada la pequeña cortada en mi frente con preocupación.

¿Adal mostrando sentimientos y emociones? Eso es nuevo.

—¿Estas bien?—susurró mirándome a los ojos.Solo asentí con la cabeza sin emitir un solo ruido.

Se sentía, como si fuera otra persona y no el Adal que conozco hace unas pocas semanas.

—¿Puedo?—señaló la pequeña cortada, asentí todavía anonada.

LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora