They Don't Know About Us

27

JENNIE POV

Durante 3 horas de vuelo, estuve controlando mis emociones. No quiero llorar Apagué mi teléfono. No quiero usarlo.

Quiero gritar ahora mismo pero no puedo.

Estaba sentado en el asiento del pasillo. Afortunadamente, el hombre a mi lado estaba durmiendo.

"Hola, señorita. ¿Está bien? Parece que no se siente cómoda  con su asiento". Habló una azafata.

La miré y vi que sus ojos se agrandaron cuando nuestras miradas se encontraron. Apuesto a que ella ya me conocía.

Le sonreí y noté que se calmó y volvió a hablar,

"¿Necesitas algo? ¿Agua?"

"Agua", dije.

"Está bien. Te conseguiré uno." Ella me dio una sonrisa gentil.

Puedo sentir que quiere gritar porque me vio, pero afortunadamente, está siendo profesional.

Todavía estoy pensando en cómo puedo volver a nuestro dormitorio ... Sé que la gerencia ya me espera en el aeropuerto, y las dos chicas, tal vez, ya las están regañando ...

Mierda. Esto es un jodido lío enorme.

Después de unos minutos, me entregó un vaso de agua.

"Aquí." Dijo ella con voz suave.

"Gracias", dije.

"¿Todavía necesitas algo?"

La miré y asentí con la cabeza, "Este es un gran favor". Dije tímidamente.

"Está bien, Sra. Jennie. ¿Qué puedo hacer?" Ella susurró.

"¿Me pueden traer un automóvil privado? El dinero no será un problema". Solicité.

"Claro. Puedo hacer eso."

"Además, ¿conoces otras salidas? No quiero entrar por la salida principal". Murmuré. "Me escapé".

Ella se rió. "Lo sé. Está de moda, ahora mismo, Sra. Jennie".

Yo tragué. Santa mierda.

"Te guiaré a nuestro lugar VIP y allí irás a encontrar tu coche". Ella informó.

"Muchas gracias. Te daré algo a cambio."

Ella sonrió, "No es necesario. Hablar contigo y conocerte ya es un regalo para mí. Soy una gran fan".

Ella estaba tratando de controlarse a sí misma.

¡Ohhhhh, ella es una Blink!

Sonreí ampliamente y le pregunté: "Último, ¿tienes alguna mascarilla?"

"Sí, Sra. Jennie."

"Muchas gracias." Toqué sus manos e incliné la cabeza.

Ella se congeló por un segundo pero controló muy bien sus emociones.

Ella también se inclinó ante mí y caminó para traerme una mascarilla.

Exhalé profundamente sabiendo que ya estoy en tendencia.

Lisa, Lisa, lo siento mucho. Me dijiste que tuviera cuidado pero fui una idiota.

Esa maldita mascarilla es tan importante. ¿Por qué olvidé ponérmelo de nuevo? Estúpida.

Después de una hora, el avión aterrizó en Seúl.

La asistente de vuelo me guió a un área VIP. No había otras personas, ni paparazzi, ni cámara, solo nosotras. Cuando llegué allí, el auto ya me estaba esperando.