•Capítulo Tres•

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Lauren~

—Bien, supongo que es todo por hoy —Ally suspiro cerrando el libro.

—Si.—respondí

—¿Qué quieres hacer después de clases?—me preguntó

—Supongo que...—me quedé pensativa unos minutos— ¿quieres comer o algo así?

—Claro, conozco una cafetería

—Vale, vayamos allá — le dije sonriente.

Ally y yo nos páramos de ahí, dejando los libros en la estantería. Salimos de ahí.

Me di cuenta que Camila ya no se encontraba ahí, le reste importancia.

Íbamos camino a la cafetería que tanto le gustaba a Ally. Llegamos y entramos, mire el lugar y me di cuenta que ese lugar yo lo conocía de alguna parte.

Traté de recordar, repentinamente vi salir a ¿Camila? ¿qué hacia aquí?

Entre cerré mis ojos verificando si era Camila, y efectivamente era ella.

Ally y yo nos sentamos y esperamos a que alguien nos atendiera.

—Ally, ¿y si mejor nos vamos de aquí? —pregunté nerviosa.

—¿Por qué? ¿qué pasa?—me miró confundida.

—Es que yo...—no pude terminar mi frase ya que fui interrumpida por la que menos quería ver. Camila.

Muy buenas tardes. —habló muy animada entregándonos la carta.—¿que se les ofrec....—esbozo su sonrisa al verme ahí, yo solo no le dirigí mi mirada.

—Yo quiero un Frappé, ¿y tú Lolo?

—Un Capuchino. — contesté sin dirigirle la mirada.

—De acuerdo, en un momento se los traemos.—dijo cabizbaja.

No quería mirarla en esos momentos, ni si quiera dirigirle la palabra. ¿No qué sus papás la mantenían? Bah, pura farsa.

—¿Y qué me querías decir?—preguntó Ally confusa.

—Pues...— le empecé a contar todo, desde el porque salí de casa, hasta la aventura que tuve con Camila.

Wow, ¿entonces ella te dejó el café gratis?—me señalo, y yo asenti. —¡Que buena onda!—gritó emocionada, con una sonrisa.

—¿Buena onda? No lo creó, después lo de esta mañana —bufé

—¿Qué paso?—me miro confundida.

—Pues...yo la había saludado, y le di las gracias por darme el café gratis, pero ella luego me dijo que la estaba confundiendo, al último le dijo a sus amigas que se fueran porque yo le caía mal por confundirla con una mesera.—suspiré al contarle lo ocurrido esta mañana, Ally hizo lo mismo que yo.

—Umm...entiendo, ¿pero no te has puesto a pensar que tuvo alguna razón para hacerlo?

—No, pero aún así, ¿por qué ocultar que eres mesera de una cafetería? No tiene nada de malo.

—Tienes razón...

Ya no hablamos más del tema, un muchacho nos atendió esta vez, agradecí que no fuera Camila.

—Aquí esta su Frappé.—agarró la bebida que tenía entre sus manos, y la colocó adelante de Ally. —y aquí esta su Capuchino. —hizo lo mismo conmigo.

Cogí mi bebida, llevándola hasta mi boca, dándole un sorbo.

—Y bien...¿qué te ha atraído hasta acá? —le pregunté. —pensé que te quedarías en Inglaterra.

La cicatriz que dejo el anillo ||Camren Jaurello||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora