La navidad de Jeno llegaría con robos, regalos, armas, calcetines de colores , sangre y mucha, pero mucha frustración.
✨Todos los derechos de autor están debidamente reservados. Me abstengo de permitir adaptaciones.
🎁One shot navideño con smut.
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Dedicado a MivySoo 💖💖💖 espero que estés teniendo lindas fechas mi reina chula. Gracias por todo el apoyo que me has brindado desde que abrí mi ko-fi. Este one shot fue hecho especialmente para ti. Te quiero. 🎁💖
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La pierna de Jisung está sobre su regazo, su pequeña mano acomodada en su pecho y su codo derecho presionando sus costillas. Menos mal que el pequeño demonio no pesa más de veinte kilos, de lo contrario ya le habría causado a Jeno fracturas múltiples. Jisung tiene la mala costumbre de usar a su papá como colchón, y algunas noches con sus patadas, como saco de boxeo.
Intenta cambiar de posición sobre la cama con el propósito de conciliar el sueño, pero al girar su cuerpo se encuentra con que Winter está justo detrás de él. Su hija mayor (por dos minutos), dormita profundamente con la boca abierta y sus cabellos dorados esparcidos alrededor de la almohada. Sería una angelical escena de no ser porque despierta es un demonio.
Lo peor es que lo es literalmente.
Hastiado, Jeno gruñe y se incorpora en un codo para buscar al demonio número tres. No tarda mucho en encontrarlo, sus hermanos tienen a Giselle a la orilla de la cama. Unos centímetros más y terminará en el suelo. Ella es la más pequeña de los tres y con esfuerzo todas las noches logra hacerse de un pedazo de cama.
Del otro lado, ajeno a sus preocupaciones, se encuentra su esposo, dormitando en absoluta paz. Sus largas orejas de conejo se acomodan en las sábanas y sus mejillas rojas como manzanas se presionan contra la almohada. Sus pestañas velan sus mejillas y su linda boca de caramelo permanece haciendo un eterno puchero. Por suerte ninguno de sus hijos está aplastándolo. Jaemin dice que ellos prefieren su cuerpo al suyo. Su piel de alabastro siempre está fría y contrarresta con la suya usualmente cálida. Jeno desearía no ser considerado un enfriador portátil y que los pequeños demonios durmieran en sus camas como el noventa y nueve por ciento de los niños a su edad, pero aparentemente esa excusa no es válida en seres que son mitad vampiro y mitad híbrido de conejo.
Resignado a no dormir más, Jeno se levanta y cuida de no despertar a nadie. ¿De qué sirvió haber practicado durante dos años para dormir en la noche y estar activo en el día si de todas formas no iban a dejarlo descansar?
Apaga la alarma de su celular antes de que suene y al caminar sobre la alfombra está a punto de resbalar con un unicornio de peluche que debe ser de Winter, pues es la única de sus hijos que adora esas cosas tan horrendas. Patea lejos de sí al intruso y el pobre termina bajo la cama. Más tarde su hija gritará histérica por no encontrarlo, pero Jeno no piensa hacerse responsable.
Toma una ducha y luego, se viste con su habitual traje negro. Acomoda los botones de su camisa y deja al descubierto el tatuaje de su cuello que tiene escritas las letras de su clan. Su piel naturalmente pálida resalta la tinta oscura, dándole un aspecto siniestro al igual que los colmillos filosos en su boca. Como jefe de una de las mafias más importantes de la ciudad, Jeno tiene el deber de mostrar un aspecto tenebroso. Admite que no es una tarea que le resulte difícil de cumplir. No hay nada que disfrute más que intimidar a los demás.
