1. Hermano Buenorro

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OLIVIA:

Hoy os voy a contar la historia de mi vida. La historia de cómo con tan solo 17 años conocí al amor de mi vida.

Sí, puede que suene un poco cursi, pero ten por seguro que no todo en esta historia es de rosas y cuentos de hadas.

Recuerda:

"Nunca juzgues a un libro por su portada"

***

Me llamo Olivia Duncan. Tengo diecisiete años, y nunca en mi vida me he sentido como me siento  ahora.

Estoy nerviosa, pero a la vez estoy deseando coger ese avión y dejar todo atrás.

Ahora mismo estoy en el aeropuerto, apunto de entrar al avión.

–¡Adiós hija! Te queremos! Recuerda llamarnos todos los días y decirnos cómo te va todo.

–Y también recuerda usar protección si... -sí, la que ha hecho este maravilloso comentario no ha sido nada  menos que mi pervertida hermana.

–¡Agh Estela que asco! -pongo una mueca de asco –Bueno chicos os quiero!

Oigo como responden un "y nosotros a ti" al entrar al avión.

Una vez que estoy dentro del avión, me siento en el sitio que me han asignado y me preparo para un largo viaje.

Aún no me creo que vaya a hacer esto

No me creo que vaya a cumplir el sueño de mi vida.

¡No me creo que vaya a ir a Los Ángeles!

°°°°°°

Me despierto de mi pequeña siesta, cuando la azafata de vuelo me da pequeños toquecitos indicándome que el vuelo ya ha terminado.

Le doy las gracias y me bajo del avión.

Por cada paso que doy me encuentro más nerviosa que antes.

La agencia me dijo que la  familia con la que iba a vivir  tenía un hijo de mi edad, por lo que estoy aún más nerviosa.

¿Será guapo?

Bueno, en verdad sólo pido que sea simpático y no un idiota.

Voy avanzando y veo al fondo a una mujer rubia con ojos celestes, y con un cartel que pone "welcome Olivia" , por lo que supongo que esta.es mi familia americana.
Pero lo que se lleva mi atención es un  alto y musculoso chico rubio de unos preciosos  ojos verdes y piel medio morena. Supongo que ese será mi hermano Americano, pero joder...

Está buenísimo

Sigo caminando y llego hasta donde ellos están.

–¡Hola! Supongo que tú eres Olivia. -la mujer me sonríe y puedo jurar que es la dentadura más bonita que he visto en mi maldita vida.

Qué envidia.

–Sí, así es.

–¡Genial! Yo soy Rachel y este es mi hijo Christian.- mira a su hijo que no me ha mirado ni una sola vez desde que he llegado.
Está más ocupado con su móvil –Hijo, ayúdala con sus maletas.

Él inmediatamente posa sus ojos sobre su madre. Le lanza una mirada de recriminación y luego lanza un suspiro al aire. Es entonces cuando su vista se posa esta vez en mí.

–Ah bueno, no es... no es necesario. Puedo meterlas yo en el coche. -hablo rápido y nerviosa, ya que por muy guapo que sea el chico no quiero que se acerque mucho a mí. Me pone nerviosa.

–¡Por supuesto que es necesario! -esta vez es ella quién lanza una mirada recriminatoria hacia su hijo –¿verdad cariño?

Él la mira de nuevo y acto seguido me vuelve a mirar.

–Sí, supongo. -se acerca a mí y me coge mi maleta. Luego coge la bolsa que llevo en la mano y antes de darse la vuelta para meterlo al coche me mira de una forma que no logro descifrar.

Pero no de buena forma.

–Bueno Olivia. Es hora de que conozcas nuestra humilde casa. -sonríe.

__

¡Y una mierda humilde!

¿Esto es ser humilde? Porque madre mía entonces yo soy pobre.

Esta casa es como el triple de la mía en España. Es mucho más grande. Demasiado quizá.

Ahora entiendo todo. La pinta del chulito del hijo y el gran vestuario de la madre no podría ser nada más y nada menos que porque están estúpidamente forrados.

Seguro que hasta cagan dinero.

Me bajo del coche y un señor de unos cincuenta años sale de la mansión a recibirnos.

–¿Olivia verdad? -me extiende la mano y asiento –es un placer. Yo soy Edward la mano derecha de esta familia. Yo me ocuparé de que tu estancia aquí sea inolvidable.

Parece un señor bastante agradable.

–Encantada.

–Edward por favor acompaña a Olivia a su habitación. Estoy segura de que después del largo viaje querrá descansar un poco.

Él asiente –Claro ,señora. -me mira y empieza a caminar –acompáñeme señorita.

¿Seguro que no me he equivocado de época?

¿Quien en pleno siglo veintiuno habla así? Absolutamente nadie. Solo ellos.

A pesar de eso le sigo. Supongo que no habrá que juzgar tan pronto.

Entramos a la mansión y caminamos por un pasillo larguísimo que tiene varias habitaciones a los lados. Seguimos caminando hasta que subimos unas escaleras de mármol preciosas. Andamos un poco más hasta que llegamos a otro pasillo con dos habitaciones a los lados y una al fondo del todo.

–La habitación del fondo es la tuya.

Llegamos hasta ella y me abre la puerta.

Wow.

Es enorme. Esta sola habitación es como mi salón.

–Espero que te guste y que te adaptes bien a ella.

–¿Gustarme? Gustarme es poco. ¡Me encanta! -Edward se ríe.

–Lo sé es enorme, pero te acostumbras rápido. -la observa un poco antes de volver a mirarme –Bueno te dejo para que te instales y te acomodes.

–Gracias. -él asiente en respuesta y sale por la puerta.

Bueno pues otra vez sola.

Enserio, no sé qué voy a hacer con los cajones y armarios que hay. Me sobran un montón, ya que no me he traído tanta ropa.

___

Primer cappp!!

¿Qué os ha parecido?

Aclaro que cuando veáis una palabra en cursiva es del idioma natal de Olivia, es decir esa palabra sería en español. 🥰.

Besos y que paséis un graaan día ❤️❤️🥰🥰😘.

Amor de intercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora