OLIVIA:
He estado literalmente toda la tarde organizando mi ropa. Ni si quiera recordaba haberme traído tanta ropa.
Después de estar colocando la ropa he acabado agotada, así que decido que será mejor darme una ducha para relajarme y quitarme el mal olor.
Estoy solo en ropa interior cuando Christian entra en mi habitación.
¡Sin tocar la puerta ni nada!
—¿Pero de qué vas imbécil? - puede ser que estuviese bueno, pero eso no quita que haya entrado en mi habitación sin permiso.
–Mira bonita tranquilízate. Si lo que te preocupa es que te vea algo, no te preocupes que no hay mucho que ver.
Idiota.
–Que agradable eres. Primero irrumpes en mi habitación sin decir nada y luego me insultas en mis narices. ¿Pero tú de qué vas? -me acerco a él.
–De blanco y azul. -me sonríe sarcásticamente.
–Eres un caso perdido -me toco la frente –en fin, ¿qué quieres? No creo que hayas entrado a mi habitación así porque sí. A no ser que seas un loco pedofilo -me callo y luego le apunto con el dedo –¿Lo eres?
–¿Que? No, claro que no. Solo soy un buen hijo cumpliendo con la orden que le ha dado su madre de entrar a la habitación de mi nueva hermana de intercambio para decirle que la cena está ya lista. -me mira mal –Pero no contaba con el hecho de que fuera una auténtica loca.
Vaya
Bueno, ahora todo tiene sentido.
–Esto... - No sé qué decir y esto se está volviendo bastante incómodo –dile a tu madre que me ducho y bajo enseguida. ¿Podrás hacerlo?
Christian me dirige una mirada odiosa mientras asiente.
Hace un ademán de salir, pero no obstante se queda mirándola un segundo y luego me mira a mí. Luego vuelve a dirigir su mirada a la puerta y antes de salir grita:
–¡Loca!
(....)
–¡Cariño! Ya estaba empezando a pensar que te habían asesinado. Tardabas mucho en bajar.
Ojalá me hubieran asesinado. Hubiera sido mejor a que se me cayera el champú entero en la cabeza dejándome medio ciega.
Lo peor es que luego me caí.
–Bueno, he tenido algunos... problemillas - a pesar de que me refiero a otro tipo de problemillas, miro a Christian.
Él me mira indiferente, por lo que yo aparto la mirada.
–Espero que te guste la ensalada. -Rachel me sonríe mientras coge mi plato y le sirve un poco de ensalada.
–De hecho me encanta.
–Bien por ti -murmura Christian.
Su madre no parece escucharle, pero yo por el contrario logro oírle.
Luego de comentarios un tanto malignos por parte de mi hermanito empezamos a cenar.
–Bueno Olivia, creo que ya sabes a que instituto irás ¿no?
–Sí claro. Me dijeron que iba a ir al mismo que mi hermano americano. -pronuncio con desagrado las últimas dos palabras.
–Exacto. Irás al mismo colegio que Chris. ¿No es genial? -se la veía demasiado emocionada. Todo lo contrario a mí.
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Amor de intercambio
Dla nastolatków¿Qué es lo peor que puede pasar cuando te vas a Los Ángeles de intercambio? PROHIBIDA LA ADAPTACIÓN O COPIA DE ESTA NOVELA ™