Día 29: Cuidados

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Después de aquella noche apasionada Tony lleno de mimos y cuidados al Omega, puesto que sabía que se había pasado un poco de ruido con este, pero al verlo de esa manera no puedo evitar cogerlo como era debido, en especial cuando esté pedía por más y que lo siguiera anudando, su miembro brinco con el simple recuerdo de la noche anterior, su Alfa gruñó exigiendo a su Omega.


———¿Me cuidaras o me cogeras?——— preguntó el rubio.

———Puedo hacer ambas cosas——— respondió mientras se acomodaba entre sus piernas y las abría para poder ver mejor la entrada del rubio, la cuál ya está mojada ———Alguien está ansioso por tenerme dentro——— canturreo el castaño mientras metía dos de sus dedos en la entrada ya dilatada del rubio.

———Ahh...!——— jadeo al sentir la intromisión ———To...Tony——— gimoteo.


Aquello era música para los oídos del Alfa, saco sus dedos para reemplazarlos con su miembro, entrando de una sola estocada. Steve gimió gustoso al sentirse lleno de nuevo, era cierto que para su celo faltaba mucho, pero el aroma de Tony combinado con el suyo lo enloquecía y sacaba su lado salvaje.

Las fuertes embestidas no se tardaron en hacerse presente, Steve enredó sus brazos en el cuello del Alfa para atraerlo más a su cuerpo, al igual que sus piernas alrededor de la cadera de este. Las arremetidas eran profundas y exactas, dando justo en su próstata. El Omega sentía tocar el cielo ya que su Alfa era el único que podía tocarlo, haciendolo a su antojo, siempre y cuando se tratara de sexo.

Tony miraba gustoso el desastre que era su Omega, le encantaba llenarlo con su semilla, besar y morder cada rincón de su cuerpo, dejando rastros de su presencia además de marcarlo con su aroma. Mirar los gestos de Steve durante el sexo era su actividad favorita, claro que amaba sacarle gemidos y gestos placenteros, eso era todo lo que importaba, el placer de su Omega.

Steve se percataba del cuidado que Tony ponía a la hora del sexo, ya que este siempre se encargaba de que el terminará primero y que en el siguiente orgasmo se corriera junto a él.


———Mío...——— gruñó el castaño mientras posaba su rostro en el cuello del rubio.


Steve ya sabía que era lo que venía a continuación, un escalofrío recorrió su cuerpo al momento que las embestidas se volvieron más duras, gimió y rasguño la espalda del Alfa por el placer que lo estaba envolviendo.


———Tony...——— lo llamó, en clara señal de estar por terminar, las embestidas siguieron su curso, sin dejar de ser exactas, los ojos de Steve se nublaron por la lujuria y poniéndolos en blanco con cada estocada.

———Mío, mío, mío——— repitió un sin fin de veces el rubio.


Un par de embestidas más bastaron para que ambos se corrieran, Steve entre sus cuerpos y Tony en el interior del rubio. Steve sonrió complacido y aún más cuando sintió la presencia del nudo en su interior, había descubierto que le encantaba tener al genio pegado a él, junto a su nudo en su interior, una embestida lo hizo gemir por el dolor, Tony lo seguía embistiendo aún con el nudo presente. Al principio estás fueron lentas hasta que se volvieron un poco más rudas. Unos minutos bastaron para que ambos se corrieran nuevamente, el nudo seguía intacto, como en un inició.

Tony beso y acarició todo a su alcance para calmar un poco a su exhausto Omega, pero la verdad era que solo quería seguir follandolo...

Cortejo - Omegacember 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora