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Es una tarde nublada y lluviosa en Miyagi, las gotas de lluvia caen una tras otra con gran fuerza, y al parecer no cesarán sino hasta luego de un gran rato.

Me encuentro tirada boca arriba en mi cama, tapada con una manta para mantenerme caliente y con mi brazo derecho tapando mis ojos. Escucho las gotas caer y siento como todo mi cuerpo se deshace del estrés y la tensión que contenía a causa de lo que había acontecido este día. En la  mañana había ido a tomar un examen de admisión, en ese momento estaba aterrorizada ya que me habían dicho que era muy difícil ingresar a esa academia... y tenían razón, el examen fue bastante complejo.

Incluso tuve que estudiar -pensé.

No porque piense que soy una sabelotodo sino porque no me gusta estudiar, pero enserio quiero entrar a esta academia.

Mis ojos comienzan a ceder debido a la paz que me genera el sonido de la lluvia, entonces, me dispuse a dormir un poco...

...



...



...


??: A DÓNDE VAS?!-

???: Y eso que te importa...-

??: QUIEN CREES QUE ERES PARA HABLARME ASÍ?!-

Los gritos me despiertan de mi muy corta siesta. Lanzo un sonoro suspiro, lleno de cansancio y frustración, para luego levantarme y caminar hacia la puerta de mi habitación. Tomo la perilla de esta y la empujo silenciosamente hasta cerrarla, para luego volverme sobre mis pasos. Este es, lastimosamente, un hábito que e tenido desde pequeña.

Mi nombre es Shima T/n y creo que, tal vez, sería bueno que les cuente un poco sobre mí, quizás así no me juzguen y puedan comprender mis acciones...

Cuando era pequeña era muy extrovertida e imperativa, hasta que nos mudamos aquí, a partir de ese momento mi personalidad cambio totalmente, me volví callada, no hablaba con nadie, dejé de ser la niña risueña y pasé a ser una más fría y distante. Desde pequeña mis padres siempre habían peleado, pero luego de mudarnos y alejarnos de mis amigos y familia, es como si se me hubieran caído unos tapones de mis oídos y empezé a escuchar... gritos, llanto y desorden llenaban mi cabeza, sentía que esta carga pronto iba a aplastarme, pero cree un escudo a mi alrededor, uno que nadie podía atravesar, uno con el que sentía que tenía el control de lo que pasaba a mi alrededor: el silencio.

El silencio trae calma, la cama trae tranquilidad y la tranquilidad paz, y eso es lo que yo más anhelaba, paz.

Pero poco a poco me di cuenta de que mi escudo en realidad era un arma de doble filo, que me apuñalaba sin que yo me diera cuenta. Comencé a sentirme sola y vacía, me faltaba esa pizca de brillo en mi vida. Es por eso que estoy decidida, voy a empezar de nuevo, a demostrarme tal y como soy sin tener remordimiento, no voy a dejar que los malos momentos que pase determinen quien soy, ya no...














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7:05 AM

Mi despertador ya ha sonado dos veces, y las dos veces lo e apagado. Abro mis ojos con bastante desgano y noto como la luz del sol inunda mi habitación. Me levanto rápidamente, si no aprovecho este pequeño impulso de energía es probable no me levante sino hasta dentro de dos horas y esa no es una opción ya que hoy es mi primer día de clases, en una academia totalmente nueva.

Hago todo lo que tengo que hacer rápidamente, como si fueran cosas de muy poca importancia, pero me tomo mi tiempo para ponerme mi uniforme con mucha delicadeza. Me sonrio en el espejo, hoy me siento bien. Tomo mi mochila y bajo corriendo a la sala.

Mamá: Hola T/n...- mi mamá de saluda desde la sala, esta desayunando.

T/n: Buenos días mamá- digo, y me dirijo a la cocina para hacer mi propio desayuno.

Me preparo algo rápido, sólo un jugo en cajita y unas galletas. Como rápido, como si estuviera llegando tarde. Mi madre me mira de reojo.

Mamá: Veo que estás entusiasmada -dice con una leve sonrisa en el rostro.

¿Estoy emocionada? sí, claro que lo estoy pero ¿por qué?, ¿qué me garantiza que todo será diferente ahora?... No, no, no ¡nada de pensamientos negativos T/n!

T/n: Si, creo que estoy emocionada

Mamá: Por cierto, ¿Conoces a alguien en tu nueva escuela?

T/n: Mmm... pues sí, ahí va un viejo amigo- mientras digo esto me apuro a levantar lo que usé.

T/n: Bueno, ya me voy mamá- digo apresurandome a tomar mis cosas y salir rápidamente.

Mamá: Adiós~ dice mientras cierro la puerta detrás de mi.

Hoy va a ser un buen día, espero~

(...)

T/n: Shiratorizawa~ susurro emocionada mientras tengo en frente esta gran infraestructura, creo que una sonrisa se pinto en mi cara.

Entro emocionada, miro por todos lados algo impresionada por lo grande que es, aunque hay muchas personas, supongo que es normal en una escuela tan grande. Subo las escaleras, para seguir recorriendo en lugar, camino hasta un lugar en el que ya no hay tantos chicos y miro a través de una ventana que está hacía mi costado. Me recuestro en esta y miro la vista, es tan... lindo. Doblo mi pierna derecha y la llevo de un lado a otro, quedando en un solo pie, es divertido y relajante. Veo mi celular y noto que ya se está haciendo la hora de entrar a la primer clase. Ahora que lo pienso... no sé en dónde está mi salón. Bajo la pierna que tenía doblada y...

T/n: AUCH- pego un grito, no muy fuerte, pero lo suficiente para demostrar que ¡encerio me dolió! Al bajar mi pierna, la golpeé contra una banca que estaba a mi lado ¡Justo en la tibia!

Me senté en la banca, la causante de este desafortunado incidente, mientras lanzo algunos quejidos, encerio duele demasiado. Miro mi pierna y me encuentro con una raspadura de la cual brotaba un poco de sangre y, alrededor de esta, un pequeño moretón. Mientras seguía lanzando chillidos miro la banca en la que estoy sentada.

T/n: Tonta- digo mientras la golpeo.

???: hey... no es culpa de ella- miro perpleja al dueño de la voz, mi cara se transforma rápidamente en una avergonzada y también adolorida, pensé que nadie me había visto.

T/n: Tienes razón, pero me lastimó- dije mostrándole una gran sonrisa al chico, este puso una cara de sorpresa, luego soltó una muy leve risa.



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War inside - Tendou Satori y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora