Victorioso abrí los ojos, se encontraba borroso, pestañee varias veces para aclarar mi mirada y encontrarme a una mujer encima de mi mirándome angustiada, pero no era ella. Desorientado intenté levantarme pero sus manos finas empujaron mi pecho retrocediendome.
Le miré confundido pero al momento sentí un gran dolor en la frente, llevando mi mano a ella, sentí un líquido, sangre, asustado la volví a mirar y por primera vez miré mi alrededor, me encontraba en una ambulancia.
Me empezó a contar que me había dado un gran golpe al chocarme, sin embargo, su voz se fue desvaneciendo al rápidamente dejar de prestarle atención ya que lo único en lo que podía pensar era en ella, necesitaba encontrar la forma de salir de ahí lo antes posible, con suerte tal vez ella siguiera allí.
Velozmente me levanté y a pesar de la insistencia de la mujer al intentar retenerme, logré escaparme, abriendo
las puertas de la misma ambulancia, y estando aún así en marcha, salté.Al caer en el asfalto frío me hice algunas heridas, pero no me importó, sólo quería encontrarla de nuevo, no podía dejarla escapar así sin más. Me puse en pie y corrí directo a donde me encontraba antes, por suerte no andaba tan lejos.
Empecé a sentir como la sangre se deslizaba por mi cara, pero nada podía detenerme, mucho menos ahora, la necesitaba conmigo, y aunque suene egoísta la quería para mí, sé que no la conocía pero tenía la sensación de que es cómo si hubiéramos estado juntos en otra vida.
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Maniquí
Short StoryTodo el mundo merece al menos una vez enamorarse, sin importar de quién, como y cuándo.