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Hela Lestrange

Si algo caracterizaba a Daveth era su sonrisa, pero no cualquier sonrisa, una llena de maldad, lujuria y mezclada con una de un niño que acaba de hacer una travesura y no se arrepiente de nada.

—Esta listo mi amor.

Blanquee los ojos, no debería hablar tan fuerte y lo sabe.

Voy vestida toda de negro y oculta entre los arbustos.

Ambos escuchamos ruido y nos regalamos una sonrisa de cómplicess.

—¿Cómo en los viejos tiempos?

El sonríe y ambos corremos hacia el ruido, nos detuvimos detrás de unos arbustos y ahí estaba.

Un hombre de no más de 50, en mi opinión cruza los 45,46, alto, caucásico. Un extranjero, lleva una cámara de fotos en su cuello y un bolso grande en su espalda.

Mal lugar para ser curioso.

Daveth me sonríe, y se lo que hará, jugará con la comida.

Se mueve con rapidez de mi lado y termina al frente del hombre, que por lo rápido que llegó al frente de el se sobresalta.

—¿Quien eres?—. Pregunta con miedo.

—¿Quien eres?, ¿Que eres?, ¿Porque ami?—. Lo mismo de siempre.

El intenta voltear y darse la vuelta, rápidamente corro y aparezco bloqueando su camino.

—¿Te vas sin jugar?—. Pregunto con un puchero burlonamente.

Le pegó una patada que lo tira de espalda al suelo.

Daveth y yo corremos hacia donde está el. Daveth coloca uno de sus dedos en su boca, y hace la seña del silencio.

Clavo mis colmillos en la delicada piel de este humano, la sangre brota y la delicia me hace delirar, apretó más el cuerpo con mis manos por instinto.

El chilla y grita, pero ya no hay salvación para el.

Cuando terminamos nos limpiamos, saco mi varita y limpio todo.

Mientras Daveth con un simple hechizo caba un poso en el suelo.

Jamás ocultamos los cuerpos, ni mucho menos ahora siguiendo al señor tenebroso.

Pero tenemos que cuidar nuestros pasos, alguien nos sigue, lo se y tengo suficientes problemas como para liderar con una idiotez.

—Rapido, debemos ir a la mansión.

Ambos nos tomamos de la mano y nos teleportamos hacia la mansión.

Daveth me sonríe juguetón al escuchar los gritos de sufrimientos, agonía y gritos desesperados pidiendo piedad.

El va tras los gritos y yo voy hacia la cocina y tomo asiento, le pido a uno de los elfos que me prepare alguna bebida.

Estoy ansiosa, nerviosa y no puedo esperar. Tengo que tener cuidado y analizar cada paso que haga, primero en hacerle creer a dos de los mejores magos de todos los tiempos que estoy de su lado, debo engañar a muchísima gente, Dumbledore, Voldemort, Malfoy, Harry y sus amigos.
Debo encargarme del psicópata que me está acechando y de alguien más.

Submissive© [HOGWARTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora