Capitulo 1

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Amar la música es algo que llevo en el alma. Hace parte de mi vida; es mi oxígeno para respirar.
Sus melodías, sus letras, la forma en que te hace volar a otro planeta sin necesidad de hacer un esfuerzo; hace que la música sea mágica.

La música es un cofre donde están escondidos tus sentimientos esperando el momento de ser liberados. Los momentos de felicidad, tristeza, éxito o fracaso; los puedes expresar a través de ella. Las historias no solo de tu vida sino de todo lo que te rodea, están esperando a ser contadas por medio de aquellas melodías.

Cantar me apasiona al igual que escribir canciones. Me gusta plasmar mis sentimientos en la música. Todos aquellos sentimientos que están presentes en cada momento de mi vida. Todos menos uno que hasta el día de hoy no he logrado sentir, ni sentiré. Aquel sentimiento que solo es mentira y un engaño: El amor romántico.

Sería bueno poder disfrutar de mi talento, compartir mi música con las personas, pero eso no está en los planes de mis padres. Desde pequeña mostré amor por las expresiones artísticas y más por la música, pero tuve que dejar todo lo que amaba porque mis padres creen que es una pérdida de tiempo y no vale la pena. Dejé la música por un tiempo pero hace dos años, gracias a una persona, la retomé a escondidas de mis padres.

Quieren que sea una gran científica y es como si mi cerebro estuviera programado para complacerlos.
La melodía de la guitarra y mi voz se escuchaban en la habitación donde me refugiaba para cantar.

Cuando estaba apunto de anotar la letra de la canción que estaba componiendo, el teléfono comenzó a sonar; era una llamada entrante. Miré la pantalla y "princesa de la oscuridad" apareció en él. Descolgué y la otra persona habló al instante sin darme tiempo de decir algo.

-Déjame adivinar-. Dijo en un tono pensativo.-Estás componiendo-Reí por lo bien que me conocía.

Era Aleinad, mi mejor amiga. Me conocía perfectamente bien y por supuesto sabía sobre mi amor por la música. Cuando le conté que a mis padres no les gustaba nada acerca de la música u otra cosa que tuviera que ver con las expresiones artísticas; se enojó y estuvo a punto de ir a reclamarles por prohibirme hacer música, pero la detuve porque eso no solucionaría nada y solo traería más problemas. Al final me hizo caso y decidió guardarme el secreto.

-Y como sabrás no me gusta que me interrumpan cuando lo hago-Respondí disgustada.-Así que dulces sueños.

-¿Ni por tu mejor amiga dejas de escribir canciones?-Preguntó con una voz tierna.

-Ni por esa señora.

-Eso dolió.-Dijo, fingiendo dolor dramáticamente.

-¿Qué quieres?-Pregunté con falso aburrimiento.

-Pero deja de ser así, no me jodas-El tono molesto de Ale me hizo reír. Me interrumpió, así que molestarla haría que se me pasará el enojo.

-¿Vas a llorar?-Seguí molestándola.

-Cuando te vea, mi puño va a ir directo a tu cara-Intentó sonar enojada, pero sé que se quería reír.

-Aja sí, como tú digas-Ignoré lo que dijo.-¿Para qué me llamabas?.

-Porque estaba aburrida.

Mis ganas de traspasar el celular y ahorcarla aumentaron.

-¿Es en serio, Aleinad?-Pregunté enojada-Me llamas a las 2:00 a.m., interrumpiendo mi composición; que por tu culpa tengo que parar. ¿Solo porque estabas aburrida?.

-Que loco, ¿No?-Rió-Vamos hacer videollamada por WhatsApp, ya te llamo-Intenté decirle que no pero colgó. A los segundos me entró la videollamada y la acepté.

Corazón TatuadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora