Corazón Tatuado

Capítulo 2

Desde que no sentamos, Dylan no hizo otra cosa más que mirarme de vez en cuando, haciéndome sentir nerviosa. Estaba a punto de atravesarle la pluma en los ojos para que dejara de mirarme. Nunca habíamos estado tan cerca, y el que me mirara sin ningún tipo de discreción me ponía a temblar las piernas.

Estaba en la tercera clase ahora, y por suerte Dylan no compartía esta conmigo. Sonó el timbre de receso y salí del salón en busca de Aleinad, pero no la encontré. Así que me dirigí a la cafetería, donde al entrar todos me quedaron viendo extraño, mientras algunos murmuraban; lo mismo pasó en los pasillos, mientras me dirigía para acá.

Me sentía algo incómoda al ser observada por todos al mismo tiempo, y peor si murmuraban cosas mientras lo hacían.
Los ignoré y fui en busca de  una mesa libre, y mi merienda; que consistía en una hamburguesa, un jugo de naranja y, una manzana.

Estaba sumergida en mis pensamientos, y a punto de darle un segundo mordisco a mi hamburguesa, cuando alguien se sentó a mi lado ruidosamente; provocando que pegara un brinquito. Volteé a ver a la persona. Era Aleinad, mi mejor amiga. Estaba sentada a mi lado cruzada de brazos, mirándome con una sonrisita juguetona.

–Me asustaste–Comente con una mano en el pecho.

–No seas exagerada.–Rodó los ojos y rió para sí. Siguió viéndome con la misma sonrisa con la que llegó

–¿Por qué me miras así?–Inquirí confundida, después de darle un mordisco a mi hamburguesa.

–¿Tienes algo para decirme?–Levantó ambas cejas.

  –No.

Aleinad agarró la hamburguesa que ya estaba por la mitad y le dio un mordisco, observándome detenidamente con los ojos entrecerrados.

–Puedes comprarte la tuya, ¿Sabes?.

–No me cambies el tema–Levantó su dedo índice y negó con él.

–No estoy cambiando de tema.

–¡Claro que sí!. Te pregunté, si tienes algo para contarme. Algo como–Se acercó más a mí con una sonrisa pícara, mientras sus cejas subían.–Dylan.–Murmuró seductoramente su nombre.

–¿Qué pasó con él?–Pregunté sin entender a qué se refería.

–No te hagas la tonta, que sabes muy bien.

–No tengo idea de que me hablas, en serio.–Dije.

–Que llegaron agarrados de manos a la clase de biología.–Comentó con un tono de voz juguetona. Me sorprendí, ya que no entendía como ella sabía si no estaba ahí.

–¿Cómo sabes eso?–Pregunté confundida.

–Lo escuché en el baño. Aparte es de lo que todo el instituto está hablando en estos momentos..– Mis ojos se abrieron por completo al escucharla, e incluso casi me atoro con la manzana.

¿Cómo así que todos estaban hablando de eso?. Ahora entendía lo que pasó en los pasillos y al entrar a la cafetería. En este instituto los chismes corren rápido.

–Entonces…. ¿Me vas a contar lo que pasó para que llegarán a la clase agarrados de la mano?–Comentó, sacándome de mis pensamientos.

Suspiré, y le conté todo desde el principio detalladamente. Aleinad estaba más emocionada que yo; se imaginó mil escenarios de él conmigo. Se emocionaba más por mi vida amorosa que por la suya. Siempre que hablaba con un chico ya sea por x razón, ella ya lo veía como mi novio, y trataba de acercarme a esa persona.

–Estás viviendo tu historia de Wattpad–Dijo emocionada.–Además con el chico que te gusta desde que entramos a la secundaria.

–Pero este no es el cliché que yo quiero–Respondí.

–El de “cantante famoso, se enamora de su fan”–Volcó sus ojos, y rió.–Pero puedes vivir todos los clichés, si quieres.–Me guiñó un ojo.

–Pero el del “chico más popular y  la nerd”, no.

–¿Por qué ese cliché no?–Preguntó.

–Porque no me gusta–Respondí, terminado con mi manzana.

–¿Y porque no te gusta?–Inquirió con diversión.

Suspiré pesadamente, y me gire para quedar frente a frente.

–Porque no toleró que al principio se pone a salir con otras chicas, incluso cogen–Miré a Ale e hice un mohín.– "piensa"–Hice comillas con mis dedos.– en la protagonista, y a la semanas; a raíz de eso, según, dice que está enamoradísimo de la protagonista.

–En cambio yo pienso, que es uno de los mejores clichés.–Comentó Ale, apoyando su barbilla en la mano, y suspirando con fascinación.

–Cambiemos de tema, ¿si?–Dije, ya aburrida del tema.

–Como tú quieras–Sonrió. Miró detrás de mí y se le borró la sonrisa.–Ahí viene Mara, veamos que quiere ahora.

Rodé los ojos y suspiré con fastidio. Mara Baker; era la chica más popular y hermosa del instituto -lo era desde la primaria-. Hemos estado juntas desde tercer grado.

El primer día que entré a clases quise hacer amigas y las hice, pero a la semana dejaron de hablarme e incluso ya no querían hacer los trabajos conmigo. Un día me acerque a Mara para hacer un trabajo juntas, pero solo se burló, y me dijo que yo era poca cosa para estar en su grupo; así que lo hice con algunos niños que fueron muy amables conmigo.

A los días me enteré que  Mara le había dicho a todas que me dejarán de hablar, y como todas querían ser amigas de ella, le hicieron caso. En ese entonces todavía no conocía a Aleinad, ya que se encontraba en otro salón.

No entendía el porqué no le caía bien, pero algo si era seguro, y era que ese odio hacía a mí aumentó cuando destacaba más que ella en las clases, y dejó de estar en el primer lugar para ocuparlo yo.