En menos de dos horas, ya estábamos bajando las maletas en Paris. Cole, no quiso ayudarme, por lo que, me dediqué a odiarlo por un rato.
-Vamos, camina.-dijo llevando su maleta con facilidad.
-Cole, no es justo.-dije enojada. Rió.
-Para mi tampoco es justo Anna.-dio media vuelta y me miró.- Ahí tienes la venganza, y créeme, he sido bastante bueno al hacer esto y no lo otro.
-Claro, como si yo fuera a creerte que esta noche no intentaras violarme.-dije causando su tonta risa.
-Esa es la segunda parte, Anna.-sonrió. Revoleé los ojos y centre mi mirada en la pesada maleta y me rendí ante ella.
-Voy a dejar una aquí. No puedo llevarla.-me quejé y tiré una al suelo del aeropuerto.
-Okey, déjala. Ya sabes que yo no voy a comprar más ropa de la que ya tienes.-comenzó a caminar de nuevo.
¿Era en serio? Cole me estaba dejando con dos maletas gigantes, sola y en el aeropuerto. No le importaba que no pudiera con mis maletas y menos que dejara una tirada. Su venganza, eso si era venganza. Aunque algo en mi me decía que esa segunda parte no iba a ser demasiado agradable para mi.
-Imbécil.-murmuré y tiré la maleta al suelo.
-¡Oye! No te he dicho nada.-dijo un chico que pasaba por allí.
-No, no, disculpa no te he dicho a ti.-dije moviendo las manos con nerviosismo. Rió.
-Lo se.-sonrió.- Vengo viéndote desde hace unos minutos y necesitaba una excusa para hablarte.-dijo y metió sus manos a los bolsillos de sus vaqueros desgastados.
-Oh.-sonreí.
-¿Necesitas ayuda con esto?-preguntó. Alcé los hombros.- Deben de pesar mucho.-dijo y rió.
-Si, bastante.-dije y abrí los ojos con exageración.- Debo recordar que cuando me vaya de aquí tengo que dejar ropa.-reí.
-Ah, ¿no eres de aquí?-dijo. Negué con la cabeza.- ¿De donde eres?
-Nueva York.-dije y sonreí.
-Ese acento me sonaba de por allí.-dijo.
-¿Tú eres de aquí?
-No, pero hace dos años estudio aquí y bueno, estoy más que acostumbrado a este acento.
-Es un ingles confuso.-dije y sonreí. Parecía una rubia sin cerebro.
-Si. Pero me parece más confuso el tuyo.-sonrío.- Disculpa, no me he presentado, soy Nick.
-Lindo nombre.-dije y estiré mi mano.- Anna Lindermann.- sonreí. Tomó mi mano y depositó un beso en ella. Reí tímidamente.
-¿Crees que esperare todo el día por allá mientras tú te dejas besuquear la mano por un francés?-preguntó con enojo. Torcí la boca y reí.
-No soy francés.-dijo Nick.
-No me interesa.-dijo Cole sin mirarlo.- Toma tus maletas y muévete.
-Cole, te he dicho que no puedo con mis maletas. ¿Qué parte de eso no comprendes?-abrí mis brazos dando la explicación y luego los crucé para mirarlo con enfado.
-Que poco caballero.-dijo Nick negando con la cabeza.
-¿Tú que te metes?-Cole alzó la barbilla desafiándolo y Nick le dio un leve empujón.- No me toques, mendigo.-lo rebajó. Alcé las cejas y me puse en el medio. En frente de Cole.- Quítate Anna.-dijo dándome un leve empujón.
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La Bella y la Bestia
Ficção AdolescenteQue feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo, Que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con u...