Parte Única

234 27 10
                                    

31 de Diciembre, víspera de año nuevo y el día en el que se llevaba acabo el famoso desfile de los años viejos en el pueblo.

Muchas familias habían hecho un muñeco de año viejo para ese desfile, incluyendo a los Madrigal. Usando la vieja mascara de cerdo que uso Camilo para Halloween y el viejo traje y corbata del abuelo pedro, alma bendita, habían hecho un perfecto muñeco sobre su querido presidente: Iván Duque.

¡Camilo, no malgastes el agua! —Pepa regaño a su hijo, el joven ignoro los regaños de su madre y continúo empapando a su prima Mirabel. Obviamente ella no se quedó de brazos cruzados y devolvió el golpe.

Mirabel, cariño, compórtate —dijo Julieta reprimiendo la risa, mientras ayudaba a Félix a acomodar el muñeco para el desfile y presumirlo a todo el pueblo.

Alma suspiro subiéndose al asiento del copiloto, deseando en sus adentros que ese día acabara de una vez, Luisa e Isabela terminaban de poner pequeñas decoraciones en la camioneta mientras que Dolores y Antonio estaban en la tienda, comprando más maicena y huevos para tirar durante el desfile.

¿Seguro de que no quieres venir? —pregunto Agustín, dirigiéndose a su cuñado, Bruno.

El hombre negó. No me gusta estar rodeado de tanta gente, además, alguien tiene que cuidar la casa.

¡Llegaron, ya vámonos! —grito Camilo, secándose el agua de la cara mientras señalaba entusiasta a su hermana mayor y a su hermano menor.

¡Si, si, si, ya, ya, ya, vámonos! —apoyo Mirabel, igual de entusiasta que su primo.

Espero que este año no nos vuelvan a tirar tierra miada...

¡Ya todo está listo!.

¡Papá/Agustín, ya es hora!.

El hombre de gafas suspiro, le dio una pequeña sonrisa a su cuñado antes de subirse a la camioneta y encender el motor.

¡Chao, tío Bruno!.

¡Chao, que les vaya bien!.

Y así, los Madrigal partieron hacia el centro del pueblo, dejando solo a Bruno.

El suspiro con una pequeña sonrisa, entro a la casa y luego saco una mecedora, la acomodo bien en el corredor y se sentó, para posterior quedar profundamente dormido.

[...]

¡Mami, mira a ese muñeco! —chillo una menor, señalando con una gran sonrisa a Bruno.

Uy marica, se ve tan real.

Sisas, los de esta casa se lucieron.

Todo aquel que pasara por enfrente de la casa Madrigal, confundía a Bruno con un muñeco de año viejo.

Algunos se acercaron a el para tomarse fotos, les sorprendía ver a uno de esos muñecos tan real ¡hasta tenía movimiento y todo!.

Los Madrigales se lucieron este año —dijo un señor en cicla, con una sonrisa.

No creo que sea de ellos —intervino una señora. Los vi en el desfile, llevaban un año viejo de Duque.

Vecina, usted sabe como son ellos: "mejor prevenir que lamentar".

—Mmm... Si, tiene razón, siempre un paso adelante que todos, como siempre.

Y así, varias personas se detenían para apreciar a Bruno y halagar a los Madrigales por haber creado un muñeco tan realista y hermoso.

Si supieran que realmente ese no era un año viejo...

¡Les quedo muy lindo! —grito una jovencita que iba pasando por allí señalando con una sonrisa a Bruno.

Los Madrigales, los cuales ya habían vuelto del desfile, todos -a excepción de la abuela Alma y Agustín- vueltos mierda, al igual que la camioneta.

Arquearon una ceja, confundidos.

Camilo, Mirabel y Antonio intercambiaron miradas, reprimiendo la risa, aquella chica había confundido a su tío con un año viejo.

Ay Dios —Julieta soltó una risita por lo bajo, mientras que Félix se partía de la risa por lo que acababa de pasar ¡habían confundido a su cuñado con un año viejo!.

Bajaron de la camioneta y también bajaron al muñeco que habían hecho, acomodándolo a un lado de la puerta principal. Pepa despertó a Bruno a las malas y se lo llevo a rastras adentro, mientras que Luisa cargaba a una Isabela medio ebria, unos señores en el desfile le habían ofrecido whisky y ron. Isabela, por cortesía, había aceptado todo los tragos que le ofrecieron.

Bruno bostezo, tallándose los ojos. ¿Cómo les fue en el desfile? pregunto algo somnoliento, Camilo le hecho encima lo que había sobrado de su bolsa de agua para terminar de despertarlo, Bruno tosió. Gracias.

¡Nos fue bien, una moto se incendió! dijo el pequeño Antonio levantando los brazos, con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que su papá luchaba por quitarle toda esa harina del cabello.

Bruno rio por lo bajo, un toque en su hombro le hizo dar la vuelta, vio a su hermana Julieta confundido, con una seña con su nariz pregunto lo que pasaba.

No te vuelvas a quedar dormido en el corredor para esta época del año.

¿Por qué?.

Yo sabre porque te lo digo.

[...]

Feliz año nuevo

Año viejo | Encanto ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora