Tierra, Escudo y Libertad (Tate No Yuusha)

El revolucionario

La plaza central ese día se encontraba abarrotada e inundada de gritos, abucheos y de los mas despreciables insultos que en ese mundo se le podía dedicar a una persona los cuales eran solo superados por el sonido que hacia el látigo del verdugo cada vez que este golpeaba y azotaba la espalda casi rosando el hueso de la víctima con cada cruel azote.

Un castigo reservado solo a criminales peligrosos ahora era un completo espectáculo para quienes estaban presenciándolo mientras a pesar de esto algunos incluso exigían la cabeza de aquel hombre que a pesar del dolor que cubría su espalda no daba ninguna clase de satisfacción a sus verdugos ya que este no profirió alarido alguno mientras era azotado

Pero esto no significaba que su mente se mantenía serena en ese momento en sus entrañas el hombre de aquel peculiar bigote y que portaba el escudo en su brazo tenia las entrañas revueltas ya que mientras su castigo estaba siendo ejecutado podía ver la cara hipócrita en los rostros de los responsables de la treta que lo había traído a estas penosas circunstancias en primer lugar

Después de todo él siempre lo había dicho haya en su mundo

Perdono al que mata y al que roba...

Pero al que traiciona no

...

Todo había iniciado casi desde el instante que puso un pie fuera de las paredes del castillo sosteniendo y guardando celosamente la bolsa de dinero que el dichoso rey les había ofrecido tanto a el como a los demás muchachos quienes a pesar de no estar completamente enemistados con el claramente lo trataban con recelo, pero para el caudillo esto no podría importarle menos

-(Son chamacos aun...)-Pensaba mientras recorría las calles de aquel pueblo-(...Les falta madurar ya con el tiempo y con algo de suerte se enderezaran por si solos...)

Sin embargo su mayor interés por el momento estaba mas enfocado en la exploración y tratar de averiguar mas sobre el lugar en donde estaba ya que, aunque algunas cosas eran ciertamente similares como el mercado, algunos animales y los hogares que se encontraban alrededor

Ciertamente las lagartijas gigantes que había por ahí, las personas que tenían orejas y cola de tlacuache junto con las magias esas que algunos sacaban quien sabe como lo desorientaban un poco...

-Al menos desearía saber que dicen esos garabatos de aquellos letreros...-susurro desanimado mientras veía un par de carteles

-RAPIDO MUEVAN ESAS CAJAS-Se escucho el grito de un hombre

Guiado meramente por el reflejo el caudillo volteo en dirección de aquel grito observando una escena típica que el reconoció al instante lo cual hizo que el gruñera con disgusto

-Háganlo más rápido escorias-Exigia el capataz mientras sujetaba su bastón

Dos niños demi humanos eran los que se encontraban moviendo las cajas y las bolsas de comida a una carreta y por lo que se veía a simple vista ambos pequeños no estaban en las mejores de las condiciones por lo que uno de ellos quizá tropezó o simplemente no pudo mas el caso fue que termino en el piso junto con la comida que llevaba

- ¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO BESTIA IDIOTA? -Grito el hombre del bastón enfurecido

- P-perdoneme...-dijo el chico casi a modo de súplica mientras veía al hombre aun en el suelo

Era obvio que una simple disculpa no iba a ser suficiente para aquel sujeto quien sin pensarlo 2 veces levanto su arma dispuesta a golpear con ella al pequeño quien solo se limito a cerrar los ojos y cubrirse el rostro ante el inminente ataque...