𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 ⸻𝑤𝑖𝑧𝑎𝑟𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑤𝑜𝑟𝑙𝑑

𝗰𝗮𝗻 𝗶 𝗰𝗮𝗹𝗹 𝘆𝗼𝘂 𝘁𝗼𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁? ─𝘥𝘢𝘺𝘨𝘭𝘰𝘸

ship/pareja: jily
timeline: agosto 1976

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DIARIO DE JAMES POTTER

Agosto 23, 1976.

Las noches de verano ociosas son peligrosas. Extraño a mis amigos y divertirme con ellos, incluso a veces en noches como esta, extraño los deberes de la escuela. Debo estar volviéndome loco, de verdad, pero en este momento haría cualquier cosa con tal de no pensar en Evans.

Esa chica hace que me desconozca a mí mismo, y eso no me gusta. Estoy abierto a cambios todo el tiempo, pero este cambio en específico no me gusta ni un poco... me hace sentir... AGH! NI SIQUIERA SÉ COMO ME HACE SENTIR!

Hace unos meses dejé de rogarle, tengo mi orgullo, ¿sabes? Aunque Moony, Pads y Wormy creen que lo perdí hace tiempo, pero me da igual lo que piensen, Moony y Pads no se atreven a dar ningún paso aunque Wormy y yo estamos seguros de que saben que se atraen el uno al otro. Son idiotas cada vez que dejan pasar la oportunidad de confesar sus sentimientos. ¡Yo no dejé pasar ni una sola oportunidad! Aunque de nada sirvió todo mi esfuerzo.

Lily en serio me gusta demasiado, lo admito. Al inicio lo sabía y lo admitía también, pero ahora que no sé que me está pasando porque este sentimiento ha cambiado y no logro descifrar como me siento. Es un sentimiento agridulce que no puedo sacar de mi pecho. No sabía que podía sentir algo así, mucho menos pensar que alguien podría provocar eso en mí.

Sé que había decidido dejar de rogarle a Lily, pero algo me dice que debería intentarlo una vez más, solo una vez más, y tal vez así logre deshacerme de este sentimiento extraño que me está enloqueciendo. Aún faltan 9 días para volver a verla y no sé si podré aguantar hasta esa fecha. Debería seguir mi impulso, ¿no? La mayoría de la veces resulta catastroficamente bien, esta vez no debería ser distinta...

¿Y qué se supone que diga? Por algún motivo me siento muy nervioso al solo pensar en pronunciar cualquier palabra o frase frente a ella, ¡y eso no sucedía antes! ¡Por la barba de Merlín, esta situación hace que sienta aún más calor! Iré a buscar agua para beber mientras pienso en qué le diré.

¡LO TENGO, YA SÉ CÓMO! Qué tonto, no recordaba ese artefacto muggle que Wormtail me enseñó a usar. ¿Cómo se llamaba?... ¡AH, YA SÉ!: Teléfono. Papá guarda uno en caso de necesitarlo, y está es una de esas ocasiones. No sé cómo contactarla, pero seguramente mi papá lo sabrá. Ahora solo tengo que pensar en qué voy a decir cuando conteste mi llamada. Algo como:

"Hola, Lily. Te llamo porque es una emergencia, no te molestaría si no fuera así. Lo que pasa es que no sé me que hiciste, pero no puedo dejar de pensar en ti y eso me molesta porque quería superarte y ya no volver a rogarte, pero aquí estoy, llamándote por un teléfono muggle para intentar descifrar eso que siento, y tengo el presentimiento de que tú eres la única que puede ayudarme. Así que por favor, no te vayas y habla conmigo esta noche, si resulta que no estoy en lo correcto no volveré a molestarte más."

Sí, creo que ese es un buen comienzo. Ahora iré a llamarla. Deséame buena suerte, Diario.

Después de que Fleamont ayudara a James a conectar la llamada al teléfono de Lily, abandonó la habitación, dejando a su hijo con los nervios a flor de piel esperando a que alguien contestara la llamada al otro lado de la línea. Los tonos sonaban, y con cada "piii" que pasaba, los latidos de su corazón se aceleraban. Así fue hasta que por fin alguien atendió la llamada.

─¿Hola? ─Se escuchó la elegante voz de Lily. Al no haber respuesta inmediata volvió a preguntar. ─¿Hay alguien ahí?

─¡Evans! ─Eso fue todo lo que salió de la boca de James.

─¿Potter? ─A juzgar por el tono de voz de la chica, estaba sorprendida. ─¿Cómo conseguiste mi número telefónico? Espera, no quiero saberlo. Adi...

─¡No! ¡Espera, por favor! ─Le cortó James antes de que terminara la frase. ─No te vayas, hablemos un poco...

James olvidó por completo aquello que planeó decirle, y Lily, por mera curiosidad se quedó a escucharlo. Y ambos se sintieron cómodos con la presencia del otro al otro lado de la línea telefónica. Las horas pasaron y ellos seguían hablando, intentando entender y descifrar que era aquello que estaban sintiendo.