Narrador omnipresente
Hace dos milenios y medio sobre la tierra de tyvant se desató una guerra a nivel continental la llamada "Guerra de los arcontes" durante esta longeva guerra murieron y desaparecieron incontables dioses... Algunos casi tan fuertes que podrían borrar el continente del mapa y algunos tan débiles que no podrían proteger su hogar, ni su gente mucho menos plantar cara a aquellos poderosos y desalmados dioses de alto rango
Hubo muchos dioses que decidieron no participar en la guerra, no por falta de poder o amabilidad... Quizá solo porque no querían ninguno de los siete tronos de Celestia
Aquellos que habían intentado huir de la guerra fueron absorbidos brutalmente por esta...
Los que con valentía y coraje lucharon hasta el final fueron recompensados con un lugar de los siete en la cima de todo...
Pero...
Siempre en toda historia debe existir un gran "PERO"
Hubo un dios que decidió no participar y sin darle explicaciones a nadie se fue a una pequeña isla alejada del continente, era una isla a las afueras de Mondstad...
Pasaba los día recostado viendo el cielo... Dejando que el tiempo pasara frente a sus ojos sin ninguna clase de miedo o remordimiento de por medio...
El dios del tiempo...
Sumamente aburrido, pero sin interés en hacer algo dejaba sus días y noches en una única cosa, mirar el cielo.
Estuviera completamente despejado, con lluvia inundandole el rostro o incluso nevando, recostado, con las manos bajo la cabeza haciendo de almohada, sobre un gran arco que los mortales habían alzado en su nombre buscando su protección, a lo cual accedió sin problemas, entendía a la perfección el sentimiento de querer paz y no estar rodeado de una inútil guerra.
Dejo que construyeran en esa pequeña isla y todo aquel que intentará perturbar la tranquilidad del dios del tiempo se vería terriblemente violentado por el pasar de los años sobre si hasta no poder moverse y caer al mar sin rastros de vida.
El se mantenía mirando el cielo... Esperando pacientemente.
Escuchaba el murmullo de los humanos cerca de el...
"Sigue allí arriba? No va a bajar en ningún momento?"
"No sé sabe... Nunca hemos visto tan solo que nos dirija la mirada"
"Es muy triste que esté allí todo el tiempo"
Los años pasaban sin piedad.
Un día de fuertes lluvias una gran amenaza se aproximó, el hasta ahora pasivo dios lo sabía... No era una tormenta normal y eso lo molestaba bastante.
Después de probablemente casi medio siglo en la misma posición.
El dios se puso de pie, abrió sus ojos color anaranjado furioso.
Su gente se había reunido en la pequeña plaza al ver cómo les dirijia una calmada mirada todos se tranquilizaron un poco al saber que no se había enojado con ellos.
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Las Piedras Se Erosionan...
Fanfic"No esperaba este reencuentro" "Yo no quería reencontrarte" "Que frío eres aveces... Supuesto humano" "Supongo que sí" Sus miradas desafiantes se volvieron a encontrar... Ella tomó su mandoble El sostuvo su lanza El mundo temblaría nuevamente al ve...