Por lo general, Alma siempre era la primera en saber lo que pasaba en su casa.
Pero cuando se trata de relaciones amorosas ella siempre es la última en saber.
Así que, naturalmente, Alma fue la última en saber sobre la relación de Mariano y Bruno.
- nota; bruno aquí es gay pero aún no a salido del clóset por completo, mariano es bisexual, camilo es género fluido (utiliza ella/él así que los personaje se referían a camilo con esos pronombres) y bi tmb e isabela es lesbiana:D.
- sucede cuatro años después de Encanto, así que pepa, julieta y bruno tiene 54, mariano 34 (sí, le cambie la edad XD), dolores e isabela 25 maribel y camilo entre 18 y 19, antonio 9, y así :D
- aquí lo de la visión de bruno sobre que dolores tendría que aguantar que el hombre de sus sueños estuviera con otra si sucedió, pero no es mariano, es otro tipo, pero ella pensó que era marianoXD.
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Dolores.
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Dolores fue la primera en saber, obviamente.
A diferencia de lo que muchos creían, ella no sabía todo sobre todos, claro, tenía conocimiento de muchos secretos de gente del pueblo pero no sabía absolutamente todo. Había mucho ruido en sus orejas todo el día y no podía recordar cada cosa.
Dolores odiaba el día porque siempre había gritos, golpes, pasos y golpes los cuales le provocaban muchísima ansiedad y dolor. Tenía veinticinco y aún no se acostumbraba del todo a su don.
Por eso prefería la noche, todo estaba tranquilo, lo único que oía eran ronquidos y grillos, agradecía a Casita por haber hecho las habitaciones de los demás integrantes de su familia con un sistema para que ella no pueda oír lo que sucede dentro. Dolores dejo caer su cabello rizado por sus hombros y se preparo para dormir, era tarde pero se había quedado despierta porque Camilo quería que le preste uno de sus vestidos y esa niña si que era quisquilloso a la hora de elegir ropa, así que la mantuvo ocupada un rato.
Entonces, oyó unos pasos por el pasillo. Era algo raro, toda la familia Madrigal se dormía a penas tocaban el colchón de su cama. Dolores puso un poco de su cabello detrás de su oreja y comenzó a escuchar.
Los pasos bajaron las escaleras y se detuvieron en el centro de la casa.
Dolores se extraño con aquello, así que salió de su cuarto de puntillas. Bajo la escalera y se escondió detrás de una pared, sin sacar la cabeza para ver quien era el individuo que caminaba de noche.
Los pasos corrieron a la entrada y la puerta fue abierta a alguien más.
Ambas personas compartieron un fuerte abrazo, podía oír con claridad como sus corazones latían muy fuerte. Entonces escuchó una voz.
