Little secret | Tojilta ABO [ONE SHOT]

↝único

⚠️Advertencias⚠️

×Uso descarado de OOC, alv, sabemos que ningún personaje haría esto, lol.

×Diferencia de edad.
×Relaciones sexuales explícitas.
×Lenguaje obsceno.
×Porno sin trama(? JAJAJAJAJJAA, nada complicado.
×Yuuji es mayor de edad.

Y ya, nada de temas tan fuertes porque no me gustan, jaja.
En fin, recuerden que es un fic y que hay que tomarlo como tal.

Besitos en la cola.

Toji no era como los demás. No era un simple alfa, era un alfa dominante, uno capaz de hacer temblar las rodillas de todos los que estuviesen frente a él. Sus feromonas eran tan densas como adictivas, con un aroma tan característico que el simple hecho de olerlo podría considerarse un honor.

Así era como Yuuji se sentía, se sentía afortunado.

No podía evitarlo, desde la primera vez que observó al padre de su mejor amigo quedó preso de él. Con unos ojos verdes tan depredadores y una voz baja y profunda, inevitablemente se había mojado. No sabría decir si era por su condición omega o por el enorme poder que emanaba Toji.
Aquella vez, luego de escuchar el tono del Fushiguro, una sustancia húmeda y pegajosa resbaló de su trasero mojando sus bóxers. Se había sonrojado de la vergüenza y evitó moverse del asiento en todo momento, sólo que al final, por alguna extraña razón, sentía el peso de una mirada en todo momento, tan pesada como imponente, que incluso, sus piernas llegaron a tambalearse durante un breve momento.

Itadori a veces detestaba ser omega por tener la condición donde fácilmente podía ser dominado por sus instintos. También, por la extrañeza de ser uno: de diez personas, dos terminaban siendo omegas. No era un hallazgo único, simplemente un tanto raro, pero aquello seguía siendo incómodo. Quizá por eso mismo ir a la casa de su mejor amigo para estudiar era una tarea complicada.

Megumi era un alfa, Yuuji sabía que él sería incapaz de hacerle daño, sin embargo el problema era él, o más bien sus instintos incontrolables, por lo tanto, tomaba precauciones llevando supresores consigo y un collar en el cuello.
Eso por una simple cosa: el padre de su mejor amigo era un alfa dominante. Todos lo sabían, era de los pocos que existían en el mundo, una extrañeza única que todos admiraban.

Itadori jamás lo había visto, podría haber investigado en internet pero no era algo que le interesara. Tal vez por ello el impacto de verlo fue más impresionante.

Un rostro afilado, unos hombros anchos, un pecho grande en el cual podría enterrar su cuerpo, brazos alargados y trabajados, una cintura delgada con unos abdominales bastante marcados y unas piernas fuertes con algo en medio, que estaba seguro, era tan grande como todo lo demás.