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Esa noche, el sentimiento de culpa y la conciencia se encargaron de despejar toda pisca de tranquilidad, reemplazándola por la angustia, esta vez Jungkook había excedido. Desde el sofá a las 2 de la noche podía escuchar los sollozos de dolor de Jimin, le partía el alma escucharlo llorar, sabia que era su culpa, su maldita culpa, no debió actuar convulsivamente ante su cuerpo, no debió tocarlo sin su consentimiento ni mucho menos golpearlo pero... lo volvió a hacer, volvió a lastimarlo. 

Muy temprano Jungkook salió de la casa tal y como se encontraba vestido el día anterior, con la camisa media arrugada por lo sucedido anoche y los pantalones elegantes, no pretendía subir a la habitación y mirar a su esposo en esa pésima condición, no ahora que se sentía la peor porquería del mundo después de haber dañado a la persona que amaba, su mente lo perturbaba y no tenia el valor suficiente para ver a Jimin luego de lo sucedido. Si, era una mierda y no lo negaba. Con la decepción y tristeza esponjándose en su corazón salió de su casa dando antes un pesado suspiro, no sabia si estaba haciendo bien dejándolo y largándose como un cobarde o seria preferible quedarse y atenderlo, finalmente cerro la puerta alejándose poco a poco de su hogar encaminándose a su oficina haber si con las responsabilidades de su trabajo lograba relajarse. 

Por otro lado, tirado en la cama sin alguna sabana cubriéndolo se despertó un adolorido rubio con las lagrimas secas sobre sus mejillas, su cuerpo estaba repleto de marcas rojas y rasguños, el viento corriendo por la ventana lo hizo temblar.

- Que..- susurro queriendo levantarse pero el dolor agudo que tenia en su parte baja lo hizo recostarse nuevamente, le dolía todo el cuerpo, hasta el momento no recordaba muy bien que había pasado, mas fue su susto cuando vio sangre seca en el colchón y sintió por sus labios una herida y manchas transparentes secas sobre estas. Exactamente, Jungkook lo había violado, por mas que quisiese cambiar el nombre a la macabrades que su esposo había ejercido contra el, no lo encontraba, Jungkook lo había violado, esa era la palabra correcta. 

Deprimido y con el dolor potente en su corazón al recordar lo sucedido, tomo la sabana al lado suyo y se cubrió todo el cuerpo, comenzando así a llorar descontroladamente, no tenia a  nadie en ese momento, no tenia consuelo alguno solo se tenia a el, le daba miedo que en cualquier momento Jungkook abriera esa puerta y volviera a lastimarlo, para ser sincero ni el conocía ahora a la persona con la cual había jurado amor eterno frente a sus familias, le dolía recordar todo, le dolía sus insultos, le dolía el cuerpo pero lo que mas le dolía era el corazón. 

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Ya en la tranquilidad de su oficina, Jungkook permanecía sentado sobre su espelto sillón, por mas que quería dejar de pensar en Jimin, no podía, tenia unas ganas enormes de regresar a su casa, abrazarlo y pedirle perdón pero, tenia miedo, tenia culpa y en el fondo ira hacia si mismo. 

- Jeon- entro un ruidoso J hope tropezando en la puerta hasta abrirla y quedando adentro de la serena oficina. - Hola Jungkook.- saludo acomodando los portafolios que tenia en los brazos.

- Buenos días Hobi- saludo sin tomarlo interés.

- Jungkook, ¿por que despediste a tu secretaria?- reprocho observándolo- sin antes habérmelo consultado.- dejo los portafolios sobre la mesa aleatoria al lado de la pared. 

 - No entiendo porque debería de habértelo consultado si el dueño aquí soy yo- dijo esta vez dirigiendo su mirada a los ojos del peli marrón quien yacía con los brazos cruzados a la altura de su pecho.

- Podrás ser el dueño Jungkook pero quien se encarga de la organización en esta empresa soy yo, ahora ¿Cómo se supone que conseguiremos otra secretaria? Kim Jisoo era de las mejores trabajadoras de esta asociación, aun no comprendo por que la botaste. - bufo molesto.

ᴍɪ ᴇsᴘᴏsᴏ ᴍᴇ ʟᴀsᴛɪᴍᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora