Anti-heroe

Prólogo

"— A-All Might. Te admiro desde hace mucho tiempo, y-y quería preguntarte... A-aunque no tenga una particularidad ¿Puedo convertirme en un héroe? ¿Puede alguien sin una particularidad ser como tú?

—No creo que sea posible para una persona sin ningún quirk ser un héroe, pero si quisieras ayudar a las personas. Si quieres ayudar deberías convertirte en un oficial de policía, reciben muchas críticas porque encierran a los delincuentes que los profesionales ya se han ocupado, pero es una buena profesión."

Eso era lo que se repetía en su mente, junto con las palabras de su "amigo" de la infancia instándole a cometer suicidio. No importaba lo que hiciera, no podía dejar de pensar que tal vez Kachaan tenía razón. Caminaba sin rumbo hasta que presenció un incidente.

Automáticamente se preguntó, "¿Qué héroe intervendrá?", mientras buscaba su cuaderno con análisis de héroes. Sin embargo, las palabras de negación resonaban en su mente como una repetidora automática. Por primera vez en su vida, se alejó del lugar. Aunque su instinto le pedía que acudiera, que alguien podría necesitar ayuda, no lo hizo. Era hora de despertar. Se dirigió a casa, donde lo recibió su madre con una sonrisa.

Ella le pidió que la acompañara al centro comercial, y él accedió, tratando de alejar de su mente la duda de si seguiría persiguiendo su sueño de convertirse en héroe. Pero si eso ya no era posible, ¿qué haría con su vida? Desde pequeño, había soñado con ser un héroe, pero un día le dijeron que no podría lograrlo. Se le había negado el derecho a soñar. A pesar de todo, no se rindió y continuó trabajando duro, analizando cada héroe que encontraba. Aún así, la respuesta a sus esfuerzos fue un rotundo "no".

Mientras los Midoriya compraban víveres en el centro comercial, a Izuku le entraron ganas de ir al baño. Se dirigió allí y, al entrar a un cubículo, escuchó un estruendo. Corrió a toda velocidad y se encontró con un desastre: había fuego por todas partes y varios muertos en cuestión de minutos. Algunas personas corrían mientras otras permanecían petrificadas por el miedo. Sus piernas exigían buscar a su madre; no importaba que fuera solo un civil y no pudiera hacer nada, él quería actuar. Gritaba desesperado, desgarrándose la garganta con cada "mamá" que salía de su boca.

Finalmente la vio, tendida en el suelo, gravemente herida. Nunca había sido consciente de cuánta sangre podía perder un cuerpo humano hasta ese momento. Su cuerpo se paralizó por unos segundos, pero luego corrió con todas sus fuerzas. Al llegar junto a ella, acunó su rostro en sus manos, consciente de que moverla podría ser peligroso.

—Mamá, mamá —susurró con voz temblorosa. —Los héroes llegarán, estarás bien.

—Izuku... Lo siento...

No hace falta decir que los héroes llegaron... demasiado tarde.

El dolor de perder a su madre marcó a Izuku de por vida. Aquel día, algo dentro de él se quebró irreversiblemente. Ya no había lugar para los sueños de héroe ni para la esperanza en un mundo justo. En su lugar, la venganza se convirtió en su único consuelo y motivación. Cada héroes o villano que capturaba era un paso más hacia la justicia que nunca pudo alcanzar para su madre.

A pesar de su lucha interna, la sombra del "no" que había marcado su infancia continuaba persiguiéndolo. Sus días se convirtieron en una rutina de misiones oscuras y encuentros con la violencia que una vez juró combatir. En cada esquina de su existencia, el recuerdo de su madre y su fallida promesa de protegerla lo atormentaban, recordándole que, incluso en un mundo lleno de héroes, algunos nunca llegan a tiempo.

N/A: Bienvenidos a esta nueva historia, ando experimentando con temas más allá del amor, espero hacerlo bien, pero si llego a meter alguna pareja en la historia advierto que será con un chico porque en lo personal me siento cómoda sin embargo no esperen una relación romántica y en hojuelas con miel porque no lo será, espero de todo corazón que no romanticen lo que se verá en este fanfiction.

Advertido quedas.

Corregido: 12/jul/2024